Informativo
amplio Edición Hoy domingo
14 de marzo de 2021 nº 74 Precio: 4 reales
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| También nos preocupa la economía |
SUMARIO
1.
El chafardero
callejero: Entrevista al director
2.
Aquelarre de
actualidad
3.
Testimonio de
vida
4.
Desempeño
5.
Cajón desastre
6.
Esquina
Oeste, Cine: Y llovieron pájaros
7.
El buen vivir
8.
Esquina Sur,
Música: La casete
9.
El ático
10.
Esquina Este,
Ciencia: La rueda
11.
Destellos
de mi mundo
12.
Leyendas
Urbanas
13.
Al
director que le den
14.
Galería de souvenir
EL CHAFARDERO CALLEJERO
Por Laus
Deo
director, para entrevistarle en su convalecencia.
Señor director, ¿Cómo se
encuentra su eminencia?
-
Pues
pachuchilla. Lógico por la reacción sufrida
Cuénteme, cuénteme, soy todo oídos
-
Hace
pocos días me citaron al tercio de banderillas. Recibí un pinchazo indoloro en
el hombro izquierdo. Elegí el izquierdo por si me estropeaban un brazo y el
izquierdo nunca lo voy a utilizar para levantar el puño.
Permítame decirle con todo respeto, que la fiebre le ha vuelto muy
reaccionario
-
Son
estos tiempos que nos hacen llegar a excesos. Después del pinchazo me dijeron.
“Abuelo siéntese diez minutos en esa silla”. Aproveché que se daba la vuelta
para levantarme y huir. Me había molestado lo de abuelo ya que conservo mi
figura juvenil
Lo que no conserva es la melena
-
Un
respeto. Me han citado dentro de 20 días para el segundo pinchazo. Menos mal
que me han puesto la Pfizer, que me suena a esas pastillitas que anuncia Pelé.
A lo mejor se me pega algo.
Lo dudo
-
Lo
cierto es que a las 24 horas exactas me subió la fiebre y empecé a tiritar
mientras me invadía un gran malestar y la cabeza se me puso hueca
Con licencia, me parece usted más raro que los ratones colorados
-
Ríase
jovenzuelo pero lo cierto es que he estado fuera de servicio unos cuantos días.
No se si tiene que ver con la reacción o con el cambio del tiempo, pero mis
dolores de las articulaciones aumentaron y tenía dificultades para realizar mis
ejercicios matinales de recuperación muscular.
Lo cierto es que me encamé y no hecho nada útil en unos días.
No me causa mucha extrañeza lo referente a hacer algo útil
-
Tiene
todas las papeletas para un garrotazo cuando pueda levantarme.
Señor director, usted no ha pasado el COVID
-
Debe
ser porque no tengo edad. Pero yo creo que lo he mantenido a raya a base de
infusiones calientes de jengibre con chorritos de ron o de orujo, y procurando
sudar bajo un edredón nórdico y encima una manta escocesa con los colores del
clan de Lewis
Cuales son por ahora sus últimas palabras
-
Dejémoslo
en penúltimas. Son palabras de disculpas para mis lectores por el retraso en
publicar el número 74, y también porque carecerá
de algunas colaboraciones habituales
Laus
Deo: ¿Han venido todos ustedes vacunados?
Director: Como
coincidimos más o menos en edades, venimos vacunados Arcadio, Juan, Lewis y un
servidor
Marelvis: A mí me
queda mucho
Inés: Hija, no
tanto que si te quitan el Botox te vacunan ahora de urgencia.
Aloisio: Yo soy
el más joven de la panda
Lùyìsī:中国我们都接种了疫苗 En China estamos todos vacunados
Arcadio: Em
sap greu. No me lo creo. Serían tres mil
millones de vacunas en dos dosis.
Laus
Deo: Les iba a proponer que tratáramos el tema de la libertad de expresión
Director: Lo
haremos a rienda suelta
Marelvis: Algunas
a bozal suelto
Juan: La libertad
de expresión no debe estar sujeta a ninguna ley
Lewis: Sus límites
deben ser los de la buena educación
Inés: O mejor,
según las normas de la urbanidad cristiana
Aloisio: O sea
que un aborigen sin bautizar no puede tener libertad de expresión
Juan: En mi niñez
me cercenaron mi libertad de repetir continuamente la trilogía que me encantaba
Inés: Seguro que eras
un niño creyente repitiendo lo de la Trinidad
Juan: No, no te
confundas. Repetía machaconamente “Kaka, culo, pis”
Luigi: Si llegas
a ser un niño judío, te hubieran cercenado además otra cosa.
Lewis: Mi abuelo escocés,
el de la gaita, aconsejaba que no dijeras al prójimo lo que no quisiera que te
dijeran a ti.
Clovis: La veuve
de Clicquot ¿era la viuda de tu
abuelo el gaitero*?
Laus
Deo: No se permiten chistes malos.
Clovis: Lo ve,
monsieur director, Laus me quita mi derecho a expresarme
Juan: Si insultas
o calificas sin pruebas debes saber que te has saltado los límites, no de tu
libertad de expresión sino los limites judiciales que protegen la dignidad de las
personas, exponiéndote a las sanciones correspondientes
Arcadio: Todo
igual para cualquier persona, sin distinciones
de ninguna clase
Lewis: Cualquiera
debe expresar libremente sus conceptos y opiniones,
sean las que sean y en el ámbito que le apetezca, pero sin individualizar,
insultando a personas o a creencias de otros.
Inés: Hace años
asistimos al bochorno anticristiano del carnaval de Tenerife
Marelvis: Casi
nadie protestó.
Aloisio: ¿Podéis
suponer que hubiera pasado si se hubiera ofendido a mi colectivo gay?
El matritense: O
a la comunidad islámica.
Lewis: Hubieran
temblado las antenas de algunos canales de TV y un terremoto político en el
Congreso
Luigi: Si la
libertad de expresarte es poder decir o hacer lo que te parezca, puedes llegar
a pensar que tienes todo el derecho a defecar en público
Aloisio: Este
señor siempre tan delicado. No me lo imagino en esa situación
Marelvis: Pues
deberías alegrarte de no poderlo imaginar
Director: No
exageremos. El poderte expresar con toda libertad es un derecho inalienable.
Juan: Siempre que
no hagas alabanza del crimen o del terrorismo,
Inés: Volvemos a
lo de siempre. Hay que practicar la caridad cristiana.
Luigi: Y dale con
el burro a la era
Arcadio:
Comentario muy pueblerino
Laus
Deo: Si les parece lo dejamos aquí
Director: Eso lo
tenía que decir yo
TESTIMONIO
DE VIDA
VERANOS
Ya desde el siglo XIX era famoso su chiringuito o casino, donde aparcaba la nobleza y la alta burguesía europea. Se dice que el agua es un líquido incoloro que sirve para lavarse y que algunos guarros se la beben. En Baden-bis, la nobleza era del grupo de los segundos, y si acaso se iban a las cercanas termas de Caracalla, del emperador romano al que le encantaba tomar pediluvios calientes. No iban a bañarse sino a criticarse unos a otros.
(El Kurhaus, foto de Klaus Graf)
Allá por el inicio de los años 1930, a mediados de junio mis padres y mis
cuatro hermanos se iban a Santander, y no volvían hasta el 15 de septiembre. Con
excepción de mi padre, que se repartía entre sus estancias y numerosos viajes de su trabajo
empresarial. Alquilaban un espacioso piso con galería acristalada, cerca de la
playa del Sardinero. Tengo todavía álbumes de fotos descoloridas con
instantáneas de Kodak en la playa. Le he pedido al director que incluya alguna
en la Galería de Souvenir.
Como yo nací, por aquello del contraste, con la primavera y con la
guerra, me quedé sin ir a Santander. Aquel mes de junio se decidió que, por mi
causa, el veraneo se efectuase en Los Molinos, encantador pueblecito con vacas
y moscas en las laderas de la Sierra de Guadarrama, cerca de Madrid.
Cuando a mediados de julio sonaron los tambores de guerra, mi padre envío
el coche grande y reclamó a su familia en Madrid. Y como pensaba que aquello
iba a ser cuestión de días, en el chalet se quedaron juguetes de mis hermanos y
mi preciado chupete, esperando un regreso que ya no se produjo. Al llegar a
casa, la familia se la encontró desvalijada en parte y a mi padre en la checa
de Fomento.
Durante la guerra no hubo veraneo que valga, y la posguerra fue lo
suficientemente dura como para que lo de veranear fuese la última de las
inquietudes. Mis veraneos consistían en unas escapadas en septiembre al pueblo
de San Sebastián de los Reyes, donde vendimiaba en unas viñas familiares y me
ponía redondo de uvas tintas y de brevas de higuera. Un año, un tío mío del que
ya dije en anteriores escritos que había pertenecido a las Juventudes
Socialistas y había hecho la guerra por tierras de Valencia sin disparar un
solo tiro, me invitó a pasar unos días en el también cercano pueblo de La
Cabrera.
Debía tener unos nueve o diez años. Me hice con algunos amigos de mi edad
y juntos íbamos a la trilla y a tumbarnos panza arriba en la era, para ver por
las noches un cielo estrellado. Como entonces no había contaminación lumínica,
ni de la otra porque la contaminación es cosa de pueblos ricos, llegábamos a
ver la Vía Láctea, galaxia que nunca más he vuelto a ver y que solo he
vislumbrado alguna noche en la costa gallega de Finisterre.
Hago el inciso de la impactante vista del cielo del hemisferio sur desde algunos lugares remotos de naciones americanas. Conservo en el recuerdo la Cruz del Sur vista desde el desierto de Atacama, y me sigue inundando de paz. Navegando en un falucho, dando vueltas a Las Galápagos, me costaba ir al camarote y perderme el espectáculo del cielo azul turquesa tachonado de infinitas estrellas.
Aunque la latitud de las islas Roatán, de Honduras, es de 16º N, discuto
con mi mujer si desde allí veíamos o esa constelación. Al final, ella tiene
razón.
DESEMPEÑO Y LUCHA
En la fábrica, desde su inicio y debido a que
la primigenia cantera , la del Cerro del Águila anexa, no cumplió las
previsiones en cuanto a calidad y volumen de las reservas, surgió la idea de la
búsqueda de una cantera definitiva, Y se consiguió solo que, buscando, buscando,
se pasaron dos pueblos y nunca mejor dicho ya que la cantera quedaba a
trasmano. Ya puestos a comprar terruños, tal vez por sumar reservas o por
evitar que se asentase la competencia, la empresa sembró la región y las
colindantes de propiedades más o menos grandes.
Pasaron años y seguían comprando terrenos,
olvidándose de los anteriores. Ocurrió que cuando intentamos saber cuáles eran
las posesiones, su ubicación y estado para la gestión que luego diré, no hubo más
remedio que contratar free-lance a un exempleado, conocido más que por su
nombre real por el cariñoso mote que le había endilgado, según costumbre, mi amigo
Julio (César).
Este señor, ya talludito, era una excelente
persona y el más idóneo para bucear en Registros de la Propiedad y en
pergaminos de archivos municipales. Empezó el trabajo un lunes, un poco
perjudicado ya que días antes había celebrado el contrato con una barbacoa en
el jardín de unos amigos y, para avivar las mortecinas llamas no se le ocurrió
otra cosa que regar las brasas con un chorro de alcohol. El fuego se propagó y
le quemó la mano y parte del antebrazo, antes de que pudiera soltar el frasco.
Cuando me lo contó le advertí que el alcohol tiene otras aplicaciones más
nutritivas y seguras.
Por aquellos años, el régimen existente se había dedicado a propagar la idea de la concentración parcelaria. Eso suponía un cambio de cromos. Tenías un terruño, lo cedías a otro vecino y este te cedía a su vez el suyo, que era colindante con el tuyo. Así, terruño a terruño, cada cual se hacía con una propiedad mayor, aumentando el rendimiento al hacer las labores ya que la superficie era mayor y evitaba también desplazamientos de una propiedad a otra más lejana. Se nos ocurrió participar en el canje de cromos y acudimos con nuestro paquete de escrituras, puesto al día por nuestro incombustible asesor.
La reuniones se solían celebrar en las salas
de actos de las alcaldías correspondientes, dirigidas por los funcionarios del
Ministerio del que había parido la idea y por supuesto bajo la presidencia del
señor alcalde, que además era jefe local del Movimiento. Asistíamos los
interesados y debatíamos si nuestra parcela tenía mejor o peor tierra que la
del prójimo, porque eso podía suponer que tus fanegas se intercambiaran por más
o menos fanegas del otro. Se oía de todo: que, si el pasto de su parcela era el
único que podía comer su burro, alegaba un propietario; otro decía de su cariño
por un pedregal en el que había retozado por primera vez con su moza, el
tercero argüía que el agua del charco que había en su terruño tenía propiedades
milagrosas… y así, cada cual arrimaba el ascua a su sardina para obtener más
terrenos. La misma situación se repetía en todas las reuniones con las pedanías
y municipios afectados, provocándome un cansancio vital ya que no podían
salirme canas debido a mi escasez pilosa.
Al final conseguimos, terminar el puzle y en
el intercambio definitivo, conseguir la propiedad escriturada de una franja de
terreno rectangular desde el final de la cita transportadora existente hasta
las puertas de la fábrica. Tenía una anchura de unos 12/ 14 metros y la
longitud precisa y necesaria de 15 kilómetros. Además, se sumaba la bula, o
permiso de todos los ayuntamientos afectados, para permitirnos en su día la
instalación de una cinta o de cualquier otro medio de transporte, e incluso
asfaltar y convertirlo en una pista de dos carriles para camiones. Eso sí,
algún alcalde listillo se reservaba el derecho, para el día que se iniciase la
obra, de pedigüeñar un canon por tonelada transportada. Nunca se hizo la obra,
pero ahí queda el terrenillo de casi 200.000 metros cuadrados para lo que
gusten mandar.
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| Composición de Ian Dooley |
Por
Cortazar, jr.
« El
grito », de Edvard Munch, lleva más de un siglo escondiendo un secreto
Escrita
a lápiz, la frase se encuentra arriba, a la izquierda de la emblemática tela
expresionista convertida en símbolo de la angustia existencial, que ya en su
día llevó a los científicos a plantearse varias preguntas acerca de la salud
mental del autor. El texto del cuadro se ha cotejado con algunas cartas
personales que se conservan de Munch y que, palabra de grafólogos médicos, le
describen como un provocador vulnerable que temía heredar la depresión que
padecieron su abuelo y su padre, o los síntomas de su hermana Laura, paciente discontinua
de diferentes servicios de psiquiatría.
“En
su familia –dice la señora Guleng- había enfermedades hereditarias, desde
algunas mentales hasta la tuberculosis. Pero la inscripción que dice que solo
ha podido pintarla un loco, precisamente porque es suya hay que considerarla
como una ironía”.
“El
grito” (Skrik en noruego) son cuatro lienzos pintados en 1983 por el genial
artista noruego Edvard Munch, que se expusieron por primera vez en 1895 en
Dinamarca, en una galería de arte
privada de Christiania. La versión más famosa de “El grito”, una de las obras
más importantes del expresionismo, se encuentra en el Museo Nacional de
Noruega; hay otras dos en el Museo Munch, también en Oslo, y la cuarta
pertenece a una colección particular. Todas las versiones muestran en primer
plano una figura andrógina, símbolo del hombre moderno en plena crisis de
angustia y desesperación existencial. El fondo es la ciudad de Oslo vista desde
la colina de Ekeberg.
En los últimos años, dos de las versiones han sido objeto de sendos robos. La del Museo Nacional fue robada en febrero de 1994 y recuperada tres meses después por la policía. En agosto de 2004 robaron uno de los cuadros del Museo Munch, que también recuperó la policía dos años después. En cuanto al cuarto, que llevaba más de 70 años en la casa del noruego Peter Olsen, vecino, amigo y mecenas de Munch, la vendieron en 2012 sus herederos por 119,9 millones de dólares, en una subasta celebrada en la casa Sotheby’s de Nueva York.
La alegre Buhardilla
Separata
cultural Edición conjunta El
noctambulo 14 de marzo 2.021 nº 74 Precio: 4 reales
Por
Julia Blanc-Sec
“Y llovieron pájaros”, oda a la vida y al amor
crepuscular
“Y llovieron pájaros”, tercer largometraje de la realizadora canadiense Louise Archambault (“Familia”, “Gabrielle”), es una historia agridulce basada en la novela homónima de Jocelyne Saucier, llega a los cines españoles con un año de retraso sobre las previsiones de sus exhibidores, debido al cierre de salas motivado por el estado de alarma decretado el pasado 13 de marzo de 2020.
Su
vida de ermitaños, en la que a veces
coinciden –en el lago donde se bañan, pescando, cazando- pero siempre respetan
la intimidad de los otros, disfrutan de todas las oportunidades que les ofrece
su escondite y también de las ventajas
del mundo exterior, gracias al joven gerente de un hotel situado en la entrada
del bosque (Éric Robidoux , “El amor en
tiempos de guerra civil”, “La habitación prohibida”), que es su cómplice y se encarga de aprovisionarles, se ve
alterada cuando les descubre una joven fotógrafa ( Éve Landry, conocida por sus
papeles en series de televisión como
“Los argonautas”) que va tras la pista de testimonios de aquellos incendios y
especialmente de uno de los misteriosos supervivientes, el pintor que acaba de
fallecer .
Y,
sobre todo, cuando poco después aparece
una mujer (Andrée Lachapelle , fallecida a los 87 años en 2019, recién finalizada esta película,
“Todo sobre mi”, “La última fuga”) que
revoluciona su cotidianidad, una octogenaria a la que su familia internó en un
psiquiátrico porque era “muy rara” cuando tenía 16 años y que, en sus sesenta
años de injusto encierro y trato despiadado,
ha conocido la violación, los abusos, el sopor de estar atiborrada de
pastillas, el electroshock y se ha
salvado “por poco de una lobotomía”.
Lenta,
como una luminosa oda poética al tiempo y al amor -con el subrayado
musical de canciones de Tom
Waits, Richard Desjardins y Gilles Vigneault,
interpretadas a la guitarra y cantadas por Rémy Girard- la película
“Y llovieron pájaros” trata, sin establecer juicios morales, temas como la vejez, la experiencia
artística, el encuentro con la naturaleza,
la libertad de elegir cómo vivir hasta el final, hasta como morir con
dignidad al margen de una sociedad para la que no existen, y el enamoramiento
inesperado de dos ancianos: la delicadeza con que se ha filmado su encuentro carnal
es una de las escenas más hermosas que hemos visto últimamente en el cine.
En
cuanto a la “segunda trama” de la película, el trabajo y las motivaciones de la
fotógrafa que prepara una exposición sobre los testimonios de los “grandes
incendios” y su relación con el joven hotelero, carente de cualquier atisbo de
química, podría muy bien desaparecer sin que este filme perdiera ni un gramo de
interés y emotividad.
El
tráiler de « Y llovieron pájaros” se puede ver en: https://youtu.be/AzRcAbM_XuE
Bacalao SKREI (Gadus morhua)
Por Luigi Palatino
Maridan con todo:
Un albariño MARTIN CODAX os alegrará la vida.
Yo prefiero un Ribera crianza, por ejemplo, un Durón de la Cueva del Raposo.
También se dejan querer con un MUGA Rosado de la Rioja.
ESQUINA SUR: MÚSICA
Por Julia
Blanc-Sec
La
cassette, mon amour
En la historia de las grabaciones musicales solemos cometer
un olvido que se repite con frecuencia: se supone que lo primero fue el rodillo
perforado, después los discos de 78 revoluciones por minuto, luego el 33
revoluciones en la modalidad de single (con dos canciones, cara A y cara B), y
desdoblado en el mismo formato, pero con cuatro cortes, dos por cada cara, y LP
(larga duración, no menos de 10/12 melodías). Después ya entramos en la era del
CD, en sus sucesivas mejoras al compás de la evolución tecnológica, hasta la
Alta Fidelidad (HF) de nuestros días.
El hueco que olvidamos
rellenar es de la cassette,
instrumento reproductor no solo de música (también de palabras, de hecho, fue
instrumento indispensable de periodistas y otras profesiones), que tuvo sus
años de gloria en la década de los ’80 y que, en lo tocante a reproducción
musical, fue desplazado poco a poco por el walkan,
el mp3, y así sucesivamente.
Aunque todavía andamos
sobre la tierra un nada despreciable puñado de fieles del cassette, que tomamos la parte por el todo y denominamos así tanto
a la banda magnética como al aparato donde hay que introducirla para escuchar
su contenido.
Lou Ottens. Imagen del documental “Cassette: A Documentary Mixtape”
Fieles que hemos tenido
un sobresalto al enterarnos esta semana de la desaparición del ingeniero
holandés Lou Ottens, quien en 1964 dirigía el equipo de Philips que inventó y
fabricó la primera cassette (y que
años después también estuvo presente en la invención del CD, pero esa es otra
historia). Como han definido en las páginas culturales diario francés Libération, “la cassette fue el soporte
contracultural por excelencia, un objeto democrático, sólido, versátil,
interactivo desde 1968 –año en que mejoró con un micrófono, lo que permitía
también graba y pasó a llamarse magnetófono-cassette
(…) que hizo temblar a la industria musical con su capacidad para duplicar
hasta el infinito sus producciones (…).. La invención revolucionó el acceso a la música. Se
estima que en el mundo se han vendido cien mil millones de cassettes…”.
La nostalgia se siente
particularmente al día siguiente de la muerte de su inventor. Lou Ottens –el
chico holandés que, durante la Segunda Guerra mundial, todavía adolescente, se
dedicaba a arreglar los aparatos de radio de familiares y vecinos- se ha
marchado con 94 años. Eligió el tamaño de la cassette inspirándose en el bloc de notas que siempre llevaba en el
bolsillo, y en un paquete de cigarrillos. Como dijo en el documental de 2016
“Cassette: A Documentary Mixtape”: “Esperábamos
que fuera un éxito, pero no una revolución. Y lo mejor es que no ha terminado.
Sé que muchas personas la utilizan todavía”
EL ÁTICO
Por Aloisio Vásquez de Ras
Recibo
una curiosa carta que transcribo y comento
Te lo agradecería desde mis más profundas entretelas
Infausta Otoñal
Querida Infausta:
No sé cómo puedes manejarte con ese nombrecito. Mi ayudita consiste en que un amiguete te hará una entrevista para ver si alguna televisión la emite, lo cual no será difícil ya que ahora mismo todos los canales tienen unas tragaderas enormes con esto de la libertad de expresión
Te
recomiendo que te pongas un vestido espantoso, de esos tuyos, pero no enseñes
nada que ya no estás para esos trotes. Te envuelves en una colcha de
estridentes dibujos y colores y pontificas sobre la pandemia con todo lo que se
te ocurra. Como no eres científica, ni muy enteradilla en estos temas, agárrate
a repetir los pareados de las manifestaciones de los negacionistas. Sin ningún
coste para ti, te cedo los derechos de la palabra, “coronacircus” calificativo
que ahora se usa mucho.
Si
todo sale bien, ya verás que te empezaran a llamar para tertulias televisivas y
radiofónicas, todas ellas retribuidas con un pastón y así volverás a estar
presente en comentarios y chismorreos.
En
esas tertulias te codearas con investigadores, famosos médicos y demás
científicos y tu aportación, similar a la de ellos, porque tú lo vales, servirá
de mucho a la audiencia.
Esto
lo hago porque me gustaría haber sido folclórica como tú, pero tuve que
desistir porque no me podía sujetar la peineta en mi pelo crespo, aunque, eso
sí, el clavel rojo reventón en mi oreja
combinaba muy propio con el azabache de mi piel morena.
Todo
tuyo
Profesor Arcadio Funset
¿Quién inventó la rueda?
(Resumen de un artículo publicado en
« Wired », prestigiosa revista mensual estadounidense fundada en
1993, en San Francisco, que se ocupa de temas de tecnología emergentes en los
campos de Ciencia, Cultura, Economía y Política)
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| Imagen de Daniel Lorente |
La expresión « reinventar la rueda » tiene un carácter peyorativo y significa que alguien inventa algo que ya existía y, más ampliamente, algo completamente inútil. Algo así como el Senado.
Sin embargo, la rueda no siempre fue una evidencia y
en algún momento hubo que inventarla.
Antes de que la inventaran, los egipcios y los mesopotámicos
utilizaban rodillos para trasladar los materiales empleados en la construcción
de sus edificios y pirámides, lo mismo que los polinesios para colocar en su
sitio las estatuas moai de la Isla de
Pascua.
Pero los rodillos preparados a partir de troncos de
árboles se desgastaban con la erosión y tenían que estar reemplazándolos
continuamente. Además, para conseguir mover el artilugio de los rodillos se
necesitaban tropecientos proletarios de los de entonces.
Parece ser que todo empezó con el invento del « eje », unos 6.000 años antes de nuestra era, y que el primero de ellos no estaba en una carreta sino en un torno de alfarero y que, a partir de él, los alfareros en paro empezaron a crear figuritas de animales que rodaban, o sea juguetes para sus niños. El primer objeto con ruedas encontrado era efectivamente un juguete y estaba en la tumba de un niño azteca, en el sur de México.
La aplicación de la rueda a la agricultura y el
transporte se produce unos cuantos cientos de años más tarde -el primer carro
es de hace unos 5.400 años- y lo incorporan los primeros pueblos indoeuropeos
Yamma (nómadas de la estepas orientales). Las múltiples variaciones de carros
encontradas por los arqueólogos sugieren que algunos creadores copiaron lo que
habían visto en otra parte. Se adelantaron a los japoneses y coreanos
La simplicidad
de la rueda es engañosa. Su tamaño es determinante, demasiado pequeñas no
pueden con los baches, (ejemplo el SMART de MERCEDES BENZ).Demasiado grandes
imposibilitan el manejo del vehículo. Había vuelcos continuamente y no ganaban
para aurigas.
Los carros al principio eran de dos ruedas. Algún
inteligente puso una tercera delante, pero la coceaba el caballo. Algún druida tuvo
la ocurrencia de poner cuatro ruedas. En ese momento se logró la tracción a las
cuatro ruedas y el carro pasó a ser un todoterreno.
Todos los vehículos necesitan ruedas incluidos los que
vuelan, como los aviones. Los barcos no necesitan ruedas, pero unos antepasados
de los empresarios de Las Vegas lanzaron al Mississippi el barco casino con
ruedas.
La invención y adopción del carro tuvo un efecto inmediato y espectacular en las sociedades de Oriente Medio y Europa. (En la sociedad española, años después el impacto lo logró el SEAT 600). La rueda aumentó considerablemente la productividad en agricultura, modificando los paisajes. Las poblaciones, que inicialmente se establecían cerca de los ríos, por la necesidad de beber que no por lo de lavarse, pudieron transportar las semillas y los abonos para cultivar terrenos hasta entonces esteparios. El auto, el tren, cambiaron las formas de vida, originaron guerras y fueron un vehículo para el relajo de la infantería. Los aurigas insultaban a los peatones y así se consiguió la difusión de las lenguas
Hoy en día, el 45% de la población mundial habla una
lengua derivada del proto-indoeuropeo, propensa al insulto chabacano, que farfullaba el inventor de la rueda.
(photo-comments, unplash)
DESTELLOS DE MI MUNDO
Por Marta Díaz
Conocí Copenhague igual que otras muchas personas porque hay mucho que visitar
Paseamos en
barco por los canales. Me gustan las calles cuando son de agua
Dicen que
hay personas bajo el mar. Una de ellas salió y se sentó en una roca.
Sirenita se
convirtió en piedra gris y allí sigue.
(Foto cortesía de Marta Díaz)
LA RADIO
El primer
aparato de radio nos empezó a informar de lo que pasaba por el mundo
Después de
ese aparato comenzaron las emisoras, unas con noticias, otras con música.
El aparato
llenó nuestra casa con voces de personas, con periodistas que nos hablaban
¿Con cuántos
estamos en deuda?
(Algún día hablaremos de la demolición de edificios
industriales o de fábricas antiguas, dejando sin evidencias físicas la posible
memoria de la actividad industrial en España)
A finales del siglo XIX la piqueta demolió el palacio
de Alcañices, propiedad del duque de Sexto, quien en el desahucio se llevó los
cuadros, los tapices, y el mobiliario y otros artículos de valor. En su solar
se levantó un edificio con arquitectura de la conocida como eclética, no
confundir con atlética. La primera piedra la puso el 04.07.1884 el rey Alfonso
XII. Posteriores remodelaciones se llevaron a cabo demoliendo otros palacios
colindantes, por aquello de que dinero llama a dinero. Así, en 1927 se
demolieron las casas-palacio de Santamarca.
Entre 2003 y 2006 se cerró la manzana con el nuevo chaflán a la calle
Alcalá en el lugar del Palacio de Lorite, donde estaba la sede de la Banca
García -Calamarte.
Particularmente pienso que debe haber algún error,
porque lo lógico es que el fantasma sea el fraile ecónomo del convento y que a
la monja solo la dejen salir en la madrugada del ocho de marzo.
El matritense castizo
AL DIRECTOR QUE LE DEN
Querido Sir Lewis:
Vuestro Noctámbulo siempre trae algo que me atrae (el pareado
macarrónico me ha salido solo, sin pensar: mis excusas).
Esta vez me he divertido con las cervezas artesanas, de las que he
probado algunas, siempre recomendadas por alguien cercano (Cibeles, La
Sagra y La Virgen, mayormente). No recuerdo haber catado alguna con grado
alcohólico de 9,2 o así, como citáis.
El artículo sobre la edad de la tierra da datos muy curiosos, y, para
mí, ignotos, salvo algunos bíblicos que leí cuando era veinteañero. Combina con
desenfado la referencia bíblica con la modernidad científica del carbono 14.
Y al emprendedor de los ataúdes con
estampitas había que felicitarle por su quizá extravagante idea, aunque no me parece que vaya a prender mucho
entre los potenciales clientes.
Y en el capítulo de fotos, la de Annecy juraría que es también de
nuestro viaje por aquellas tierras, que ya dio lugar en un número anterior a la
evocación del mismo, y a una foto de grupo. La
foto de la plaza que sale en este número al final, ¿de qué ciudad es, p. f.?
Como siempre, muchas gracias por hacernos la vida más amena con
vuestros escritos, serios unos, desenfadados
otros, histórico-personales los que dan fe con gracia de tu amplia y variada
vida laboral, etc.
Un fuerte abrazo
Juan Manuel Gentilhombre
Querido
Juan Manuel:
Respondo
por alusiones, pero lo hago en nombre de toda la redacción.
Agradecemos
tu consideración, que además expresas en pareado
y en precisos comentarios
Nosotros
pertenecemos a una Sociedad de Autobombo y nos pasamos el día felicitándonos
unos a otros
Que
a ti te parezcamos amenos nos llena de satisfacción.
Lo
de la cerveza de 9,2º te lo dice un experto que, en Bruselas, en la cervecería
LE ROI D´ESPAGNE, llegó a beberse una cerveza trapense llamada Westvleteren, cuando aún estaba
permitida, de 14º, maridada como diría Luigi con un plato de
mejillones.
En
lo bíblico me pillas. Mis ancestros son de la Escocia profunda que todavía
venera a la católica Reina María, que por cierto era pesadísima y creo que algo
frígida con vuestro rey Felipe que tampoco era la alegría de la huerta. Esto me
dice Inés que del sexo sabe mucho, pero solo de oídas.
Te
informo que el carbono 14 debía ser el carbono 13 pero por superstición lo
cambiaron de número. Un dato que pocos investigadores, salvo el profesor
Arcadio, conocen.
El
de los ataúdes nos tiene harto con sus ofertas y sus precios de las rebajas de
verano. Juan le dice que él no quiere estampitas de ciudades y que prefiere los
cromos de los jugadores del Real Madrid. Es un fanático del club y quiere que
guarden sus cenizas en una urna con la forma de la Copa de Europa.
Lo
de las fotos, en este periódico es una locura. El descerebrado de Laus Deo se
encargó en su día del archivo fotográfico y su concepto de este es un cajón, y
todas revueltas. La plaza que me dices es una foto que hizo Marelvis desde el
balcón de su habitación de un hotel compartida con un efebo y en su devaneo
piensa que es la plaza de Lyon.
Cordialmente,
te queremos
La Redacción y Lewis, tu seguro servidor
GALERIA DEL SOUVENIR
Escudo de la II República Española, existente en
la fachada del Banco de España
Busto de Wilheim Furtwängler, director de orquesta
Fedor Dostoievski con cara compungida después de recibir la factura del balneario de Baden-Baden
(Fotografías de Gerd Eichman. Trabajo propio)
![]() |
| Plaza de un pueblo español, Ciudad Rodrigo |
El noctámbulo, nº 74 /5ª Época /14 de marzo de 2021 Página
15
Cumpliendo la reglamentación
vigente, señalamos que el Propietario y Director de El
noctámbulo y de Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso,
español. luisdiazgarrido1@gmail.com



















