domingo, 27 de junio de 2021

El noctámbulo número 84 del 26 de junio de 2021

 

El noctámbulo

Informativo amplio              Edición Hoy sábado26 de junio de 2021    nº 84              Precio:  4 reales

 

¡ Que os quitéis las mascarillas, leñe!

AFORISMO DEL DÍA

“Todos los caminos son de huida y vuelta”.

Elvira Sastre 

 

     SUMARIO

1.       Aquelarre de actualidad

2.       Testimonio de vida

3.       Mundo abierto

4.       Cajón desastre

5.       Esquina Oeste, Cine: La escopeta nacional

6.       Bagatelas políticas

7.       Esquina Sur, Música: Elton John

8.       El ático

9.       Esquina Este, Ciencia: El sueño de volar

10.    Destellos de mi mundo

11.    Leyendas Urbanas

12.    Al director que le den

13.    Galería de souvenir

 

AQUELARRE DE LA ACTUALIDAD


Laus Deo: Hoy
les dejaré hablar a rienda suelta, con perdón.

Marelvis: Supongo que será de la actualidad

Juan: De la actualidad del mundo que nos rodea

Lùyìsī:习近平达沃斯宣称,"世界再也不会像去那“Xi Jinping proclamó en Davos que “el mundo no volverá a ser lo que fue en el pasado”

Lewis: Y lo peor  (o lo mejor) es que no miente.

Arcadio: El mundo está sobre el filo de una navaja

Inés: Confiemos en la Providencia

Lewis: ¿Ustedes no dicen que hay que rogar y dar con el mazo?

Luigi: Debe ser un dicho de los albañiles

Arcadio: Si en algún momento logran ponerse serios, podríamos entrar en el tema que tiene enjundia

Juan: El tema es que como no nos pongamos las pilas el mundo se acaba

Marelvis: Durante años nos han lavado el cerebro para consumir como locos

Aloisio: Yo me vuelvo loca si voy a unas rebajas de trapos. Arraso con todo.

Inés: Menos ir a las rebajas y más a las iglesias, que es lo que te conviene, deslenguado.

Juan: No había vuelto a oír lo de deslenguado desde que era pequeño.

Marelvis: Es que Inés es una carroza

Inés: Y tú otra, deslenguada.

Lewis: Han empezado a decir que el petróleo se acaba

Juan: Eso es un infundio. Hay petróleo para rato. O sea, para otras dos o tres guerras para acapararlo.

Arcadio: Hay otras cosas que si se acaban originarían un gran problema

Luigi: Supongo que su sapiencia eminentísima se debe referir a los metales raros

Arcadio: Como su mismo nombre indica son escasos, pero de ellos depende gran parte de la tecnología actual

Lewis: Aunque no la pruebo, me preocupa que se acabe el agua

Arcadio: El agua no se puede acabar porque sería el fin de la vida, pero si puede escasear y ser la causa de los próximos conflictos.

Juan: Hablamos de cosas fundamentales que se pueden acabar y supongo que habrá soluciones para ello. En su día se acabaron los dinosaurios y lo solucionamos con algunos políticos.

Lewis: No es tan fácil, pero podríamos frenar esa tendencia si ahorramos y restringimos el consumo de cada uno.

Marelvis: Prometo cambiar de zapatos solamente tres veces al año

Aloisio: Lo que pasa es que todos los aparatos electrónicos tienen dentro un japonés que los hace funcionar, pero el japones se acaba a los cinco años y hay que comprar otro aparato.

Lùyìsī:他们应该买中国小工具Deberían comprar aparatos chinos

Luigi: Peor, el chino de dentro no sabe tanto y además dura solo un semestre.

Director: Si de una puñetera vez se ponen ustedes serios comprenderán que lo que se plantea es ahorrar en el consumo, no cambiando de móvil, televisor y vehículo solo por capricho, o por seguir la moda.

Lewis: Y usar el agua solo para lavarse

Juan: Yo tuve un jefe que cuando le llevaba a contemplar el mechero del horno, quemando petróleo, decía que algún día lo sentiríamos, porque había investigaciones de que procesando el crudo podríamos obtener unos buenos solomillos.

Lewis: Con un jefe así lo mejor es cambiar de empleo.

Aloisio: En lugar de carne de vaca podríamos comer insectos, que tienen muchas proteínas

Juan: A mí no me parecen comestibles los mosquitos, y en cambio yo soy un bocado apetecible para ellos.

Marelvis: No solo para los mosquitos

Laus: Creo que este tema nos dará para más tertulias.

Director: En la próxima, y para ahorrar, los caballeros vendremos sin afeitar

Marelvis: Y yo sin renovarme las mechas.

 

 TESTIMONIO DE VIDA

Por Juan Quintín

Si hablo tanto de mis veraneos en Torrevieja es porque entre esta ciudad y Orihuela, pasé las mejores temporadas de mi periplo adolescente. Gracias a la generosidad de mi hermano y de mi cuñada tuve agradables estancias, culminadas muchas veces en experiencias novedosas. Eran veranos que se reducían a pocos, pero interesantes acontecimientos. Normalmente me levantaba con el alba, para poder navegar antes de que mi hermano se fuese a su trabajo. Si pescábamos algo, se celebraba asando al bicho en una parrilla. La mañana era de playa familiar, prácticas de buceo, en una de las cuales, al salirse mi brazo derecho de su articulación, tuve dificultades para desprenderme del lastre y poder subir a superficie.

Siempre tuve una buena conexión con mi hermano y mi cuñada, y sus hijos. Conexión que he mantenido siempre, ahora prolongada con sus hijos y sus respectivas y respectivos.

Me introdujeron en su grupo de matrimonios de amigos, donde yo era el soltero. Con todos ellos acudía al festival anual de Habaneras, que supongo se sigue celebrando. Tengo que confesar, que a mi juicio, oída una habanera, oídas todas, y si encima repites cada año acabas por preferir el foxtrot.

También entable amistad con algunas chicas, con las cuales realizaba actividades tan castas como capturar bígaros, en las rocas de la escollera de la playa de los locos.

Esa playa que frecuentábamos debía su nombre a la existencia de un viejo edificio, separado de ella por la carretera, del que se decía que, cuando la contienda, albergó un hospital militar y después se habilitó como manicomio a la usanza de aquellos tiempos.

Una tarde, acompañado de mi hermano y de mi sobrino mayor, saltamos la tapia y nos introdujimos en el edificio. Aquello era el escenario de una película de Stephen King: habitaciones oscuras abandonadas con camas roñosas y colchones desechos por la polilla, instrumental, bandejas y vitrinas sanitarias por el suelo. En una de las incursiones por las viejas habitaciones debimos entrar en la madriguera de todas las pulgas e insectos voraces, que nos invadieron hasta en nuestras partes nobles. Salimos corriendo, saltamos la tapia sin poner las manos, cruzamos la carretera sin mirar y nos zambullimos en el agua del mar, donde se ahogó toda esa porquería de huéspedes indeseados.

En la escollera de esa playa practique el arte, que debía venir de los fenicios, de lanzar un poco de aceite virgen de oliva al agua, lo que permitía ver la profundidad y, si descubrías un calamar o un pequeño pulpo entre las rocas, con habilidad y utilizando una aguja metálica de las de hacer punto, alancear al bicho y ya tenías aperitivo.

Aunque para el aperitivo era más fácil acudir al chiringuito de la playa, comentar la actualidad con los deportistas acodados en la barra y degustar unas gambas rojas o unas almendras fritas con sal, acompañadas de una palomita fresca. Ya dije lo que era una palomita: un brebaje blancuzco obtenido al precipitar las sales de plomo del anís Tenis sobre los hielos. Supongo que si me leen un ecologista o un dietista, les entraran calambres.

 

 MUNDO ABIERTO

 

Por Marelvis Orellana

 Mi trabajo me encantaba. Me sentía como importante cuando llegaba a una fábrica, o a una empresa, y anunciaba la buena nueva de las relaciones humanas.

Pero ocurría que a veces las relaciones se enquistaban, y no siempre terminábamos bien ni había besitos cuando me despedía. En dos de ellas, en la de San Pedro Sula, en Honduras, y en la de Táchira, en Venezuela, salí de las últimas reuniones con los Comités de Empresa de ambas con sendas placas llenas de firmas, y con emotivas dedicatorias. En las españolas no me hicieron ni caso, pese a que me esforzaba en intentar comprender las posturas de los antagonistas, incluso hubo veces que la superioridad me acusó de sentarme, en sentido figurado, en el banco social más que en el de la empresa.

En la fábrica toledana, Lewis y yo peleábamos con un Comité muy reacio a soportar influencias de los sindicatos provinciales, lo cual era una bendición porque así todo lo guisábamos en casa. Tenían un lema que tardé en comprender: “olivita comida, huesito fuera”. Me imagino que también se aplicará en el Congreso cuando Inés y sus colegas discutan uno por uno los artículos de alguna ley.

A las sesiones solía acudir Antonio, el administrador, que hacía el papel de policía malo. A veces se excedía, como en aquella sesión que terminó mal cuando afeó a los sindicalistas que se llevaran papel higiénico de los aseos de la fábrica a sus casas.

Antonio, además de las labores propias de su sexo como administrador, también llevaba la gestión del economato y del polideportivo.

El polideportivo era una buena baza en las relaciones. Bien equipado tenía su propia afición, sin excluir a los habitantes del pueblo, aunque no fuesen empleados de la fábrica. Se gestionaba el patrocinio o el sponsor de un club de futbol que militaba en las profundidades de las categorías de la Liga. Un año, Antonio quiso animar a los jugadores y a la afición y, con permiso de Lewis, empezó a rifar jamones, uno por partido. Como no podía ser menos, la mano pura e inocente que sacaba el numerito ganador era la mía, marfileña y siempre recién salida de la manicura.

Ocurrió que, tal vez por las proteínas que proporcionaba el jamón o por los ánimos de la afición, un año el equipo subió de categoría y Lewis se sumergió en la preocupación del incremento de primas a los jugadores, y el tener que discutir contratos y fichajes. Al año siguiente no hubo jamones, el equipo descendió y Lewis se tranquilizó.

Personalmente yo tenía el cometido de cuidar de José Luis, un atleta en teoría empleado como dibujante-proyectista, que cumplía su jornada laboral corriendo por los campos y entrenándose para correr más rápido que nadie los 10.000 metros. No era baladí mi cometido. Periódicamente recibía una llamada de la más alta superioridad de la empresa inquiriendo si el bueno de José Luis había dormido bien, y si recibía todos los cuidados necesarios. Si en alguna prueba quedaba segundo, la pregunta era más inquisitiva y yo me sentía como obligada a calzarme unas alpargatas y acompañarle en su carrera como si fuese una liebre mecánica. Una vez que requerían hablar con José Luis tuve una contestación inoportuna cuando dije que, como estaba corriendo, la única posibilidad era que fuese a buscarle en un taxi.

 


 Por Cortazar, jr.

Un neoyorquino ha pasado la pandemia viviendo solo en un hotel de cinco estrellas

 


                                                 Fachada del Hotel The Chatwal

 Robert Mallia, un estadounidense de 36 años, lleva catorce meses –desde el principio de la pandemia de Covid-19- viviendo solo en un hotel de cinco estrellas de Nueva York. El periódico New York Post recuerda el caso de este hombre, del que ya se habló en la primavera de 2020 cuando solo llevaba un mes ocupando una habitación del lujoso hotel The Chatwal,  dedicándose a su mantenimiento con tareas tales como encender y apagar las luces de las habitaciones, o controlar que los grifos funcionan bien y no hay fugas de agua. 

En marzo de 2020, cuando en Nueva York se decretó el confinamiento total de los habitantes de la ciudad, los bomberos pidieron que en todos los inmuebles se quedara al menos una persona, que pudiera avisar en caso de problemas.  Fue entonces cuando Robert Mallia, soltero y sin hijos, se presentó voluntario para convertirse en el guardián del hotel The Chatwal, un cinco estrellas situado al lado de Times Square. El puesto fue ofrecido a varias personas antes, que lo rechazaron. 

 Robert Mallia, quien considera « estupenda » la oportunidad de vivir en un lugar para el que había trabajado, es arquitecto de la sociedad Dream Hotel Group, propietaria del hotel The Chatwall entre otros. Entre confinarse en su apartamento de Long Island City o hacerlo en la habitación 307, de 15 metros cuadrados, Mallia no dudó: « Mi apartamento es muy modesto en comparación con el lujo de un hotel de cinco estrellas. Al principio era raro, porque aquí el silencio es perfecto”.

 El personal del hotel, compuesto por 59 personas de distintos oficios y categorías, sigue ausente. Las únicas personas con las que Mallia cambia impresiones son los agentes de seguridad, que hacen distintos turnos, y el ingeniero jefe del inmueble, que efectúa visitas semanales para verificar que funciona el sistema de prevención de incendios.

 A cambio de su lujoso apartamento -del que tendrá que despedirse pronto, ya que se están levantando las restricciones sanitarias y el The Chatwall empezará a recibir clientes en las próximas semanas-, Robert Mallia tiene que levantarse todos los días a las 5h30 para recoger el correo y repasar las habitaciones en busca de posibles problemas. Una vez por semana vacía los depósitos de agua de todos los retretes y dos veces al mes abre el grifo de las duchas y los lavabos durante diez minutos.  También se ocupa de que todo esté limpio. En cuanto a sus comidas, las encarga diariamente.

 Hace algo más de un año, al comienzo de la pandemia, la prensa española se ocupó de un caso similar: el de Daniel Ordoñez, único ocupante del lujoso W Hotel de Barcelona, diseñado por Ricardo Bofill, quien vivía en una habitación del piso 24 del edificio apodado  “La Vela”,  con la misión de mantener el establecimiento en buen estado para cuando pudiera volver a abrir (lo que, sin duda, ya ha sucedido). Ordoñez tenía que abrir cada cinco días los 1.400 grifos del hotel durante cinco minutos cada uno, una tarea que le llevaba todo el día y que  “es la parte más pesada de mi trabajo”, según confesó en una entrevista en el New York Times.

 

La alegre Buhardilla

Separata cultural      Edición conjunta  El noctambulo 26 de junio 2.021 nº 84    Precio: 4 reales

 

ESQUINA OESTE: CINE

Por Julia Blanc-Sec

"La escopeta nacional", un inigualable catálogo de fenotipos de la España de siempre

 


 La España de charanga y pandereta,

cerrado y sacristía,

devota de Frascuelo y de María,

de espíritu burlón y de alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.(Antonio Machado)

Como un acto más de homenaje a Luis García Berlanga, que en este año 2021 habría celebrado su centenario, “La escopeta nacional”, una de sus películas más emblemáticas, se reestrena con todos los honores y en copia digital restaurada este viernes, 18 de junio de 2021.

 No solo la distribuidora, también TVE y otras cadenas, así como distintos canales de televisión de pago, llevan desde el pasado 12 de junio, fecha del nacimiento del único realizador español que puede considerarse alumno y heredero del mejor Buñuel, y el único que ha merecido la categoría de genio. Toda su filmografía forma parte de nuestra historia del siglo XX, todas las ficciones que nos ha dejado –con la ayuda de la creatividad y la pluma de Rafael Azcona, su guionista de cabecera- merecen formar parte de la educación general de las nuevas generaciones, para que aprendan como eran las cosas antes de ellos y cuan sano saber reírse de uno mismo.

 En “La escopeta nacional”, la primera película que Berlanga realizó tras la llegada de la democracia, reanudó su colaboración con el guionista Rafael Azcona, recuperando la genialidad del dúo que ya había concebido historias como las de “Plácido” y “El verdugo”, relatos de aquella misma España negra que un siglo antes pintara Goya.

 “La escopeta nacional”, comedia coral protagonizada por José Sazatomil, Luis Escobar, José Luis López Vázquez, Rafael Alonso, Mónica Randall y Bárbara Rey, habla fundamentalmente de nuevos ricos producto de la corrupción a través de unos personajes que hoy parecen haberse reencarnado en tipos como ese político conservador de la más rancia derecha valenciana que no hace muchos años contaba billetes de 500 euros escondido en el interior de un automóvil, por poner un ejemplo. Más “berlanguiano” imposible.

 Parece como si Azcona y Berlanga hubieran profetizado en esta película la llegada de personajes que llevan meses desfilando por nuestros juzgados implicados en asuntos como la Gürtel, la Púnica, los tejemanejes con los fondos buitres, las construcciones de hospitales y megaciudades de la justicia, la ilegal adquisición de titulaciones universitarias o los espionajes varios, y que tienen apodos con resonancias tan mafiosas como “el bigotes” o “la lideresa”. Todos ellos, y algunos más, estaban en “La escopeta nacional” treinta años antes de que los conociéramos en vivo y en directo.

 

 

La historia, con moraleja, presenta a un fabricante catalán de porteros electrónicos que viaja a Madrid, acompañado de su amante, para asistir a una cacería que él mismo ha organizado a través de un intermediario, que se publicita también como “conseguidor” y que le ha prometido ponerle en contacto. con gentes de la alta sociedad que van a invertir en su negocio. En la finca del marqués de Leguineche –inefable Luis Escobar- conoce a diversos personajes y vive multitud de situaciones tan absurdas como disparatadas.

 “La escopeta nacional” es una sátira despiadada que reúne casi  todos nuestros tópicos: están el aristócrata que ya no es lo que era, y alquila todo –su finca, sus criados, su familia y a él mismo- al mejor postor, en este caso al empresario catalán –que paga y exige ver la contrapartida- que lleva a su amante a los viajes de negocios porque es incapaz de imaginar una escapada romántica; la amante, que es cualquier cosa menos la chica boba con vocación de mantenida, aunque está encantada de que la mantengan; y todo el resto de asistentes a la cacería -tipos de gomina, bigote y loden verde; mujeres con chaleco y escopeta-  entre los que no podía faltar “el ministro”.

 

Berlanga es probablemente quien mejor ha filmado la posguerra, el franquismo y la transición inacabada; y “La escopeta nacional” es una obra de arte, algo así como el “Celtiberia show” de Carandell y las viñetas de Chumy Chúmez y El Roto  llevadas a la pantalla grande.

El tráiler de “la escopeta nacional” puede verse en:

https://www.youtube.com/watch?v=Jsh_DoAupOM

 

 

BAGATELAS POLITICAS

Por Inés España

 

Estoy de los nervios. Con mi voto en contra, en el Congreso se ha aprobado la ley que levanta la veda.

En el seno de esta redacción preocupada, cuya edad media se sale de las estadísticas salvo Marta que es joven, Marelvis y servidora que ambas presumimos de estar intactas, los demás más o menos tienen herederos que sorprendentemente empiezan a llamar todas las mañanas para preguntar cómo va la tos y la acidez de estómago.

Los obispos están que trinan en gregoriano y los de verde van a recurrir, pero no sé a quién. Ambos lo tienen crudo.

No cabe duda de que algunos casos trágicos, de todos conocidos, justifican que exista reglamentado este derecho individual y personal. Cada uno es libre de tomar la decisión, siempre que nadie puede obligar a quien considere la vida como una donación divina a solicitar su aplicación para sí mismo.

Lo que me preocupa es que con el tiempo se ablanden las condiciones o que esta ley se emplee torticeramente por algún gobierno de los que salvan a las patrias, y a los ciudadanos.

Luigi, que es un mal pensado, me dice que esto tiene que ver con las pensiones.

Por si acaso, me voy a un abogado para redactar mi testamento y, por supuesto, a confesarme

 

ESQUINA SUR: MÚSICA

Por Julia Blanc-Sec

Elton John reanuda la “gira de adiós” que interrumpió la llegada de la pandemia

 


 El pasado 17  de junio de 2021, el compositor y cantante británico Elton John, Sir Elton John, de 75 años, anunció el final de la última de sus “aventuras”: las treinta fechas que faltan para completar la gira de despedida – “Elton John Farewell Yellow Brick Road: The Final Tour”- que emprendió hace casi tres años, en 2018,  y tuvo que interrumpir a causa de la pandemia.

 En esta gira final, en el final de junio Elton John canta en varias ciudades europeas, Frankfurt, Liverpool, Sunderland, Bristol, Swansea, Milán, Barcelona,  y continua después en Canadá y Estados Unidos: Vancouver, Toronto, Filadelfia, Chicago… para terminar el periplo americano, los días 19 y 20 de noviembre de 2022 en el Dodger Stadium de Los Ángeles, donde todavía hay quien recuerda el legendario concierto que ofreció en 1975. Después, 2023 será el año de varios conciertos en Australia y Nueva Zelanda

En las redes sociales, Elton John se ha dirigido a sus fans prometiéndoles que van a vivir una experiencia inolvidable: « Pondré todo de mi parte para que sea espectacular, ofreceré lo mejor de mi arte en una producción sensacional y en lugares que han significado mucho a lo largo de mi carrera ». En la práctica, los conciertos son una retrospectiva de los cincuenta años de trayectoria profesional de Elton John, con títulos tan emblemáticos como « Eocket Man », « Tiny Dancer » o « Philadelphia Freedom ».

 

Al mismo tiempo que la gira de despedida, Elton John anuncia que, en este mismo 2021, va a cumplir algunos compromisos que quedaron pendientes: su público de incondicionales ya ha agotado las entradas para el concierto del próximo 1 de septiembre en la Mercedes Benz Arena de Berlín y para los de los días 10,12 y 13 de octubre en la Accor Arena de París ( y uno último el 11 de junio de 2022 en Paris La Défense Arena).

 La gira « Elton John Farewell Yellow Brick Road: The Final Tour »- iniciada en 2018 e interrumpida en 2020-, cuyo título es una referencia al álbum que el músico editó en 1973 y promocionó con videoclips de imágenes inspiradas en «El Mago de Oz»-, ha recibido el premio de la mejor gira de rock en los Billboard Music Award y el de la mejor gira del año en los iHeartRadio Music Award.

 Elton John (Reginald Kenneth Dwight), nacido en 1947, uno de los músicos con más éxito del siglo XX, tiene a sus espaldas más de medio siglo de carrera como cantante, pianista y compositor, en la que ha publicado 30 álbumes y ha vendido más de 300 millones de copias en todo el mundo. Es el único artista que, durante treinta años consecutivos, de 1970 a 2000, mantuvo al menos una canción en la lista de los 100 éxitos semanales de la prestigiosa publicación estadounidense Billboard, que le considera el tercer intérprete con más éxito de la historia del pop, detrás de los Beatles y Madonna. La canción “Candle in the Wind 1997”, que escribió con ocasión de la muerte de Diana de Gales e interpretó en su funeral, es el segundo single más vendido de la historia (33 millones).

 Elton John debutó en el panorama musical británico en 1966 con el álbum “Empty Sky” y en 1970 logró su primer éxito con la canción “Your Song”, del álbum que llevaba su nombre. En su discografía se renuevan los éxitos: “Rocket Man”, “Crocodile Rock”, “Good Byr Yellow Brick Road”, “Bennie and the Jets”, “Sacrifice” … Es autor de la partitura de las comedias musicales “El rey león”, “Aida” y “Billy Elliot”.

 Ha ganado cinco premios Grammy, cinco Britt, dos Globos de Oro, un Tony, dos Oscars y un Premio Kennedy. En 1996 la reina Isabel II le nombró Caballero de la Orden del Imperio Británico “por sus servicios a la música y sus actos caritativos”, entre los que destaca la creación de la Fundación Elton John contra el VIH/SIDA. En mayo de 2019 se estrenó la película biográfica “Rocketman”, inspirada en su vida y dirigida por Dexter Fletcher.

 El 27 de junio de 2019 Elton John actuó en Madrid, en el Wizink Center, repasando sus más de 50 años en la música:

https://youtu.be/RGFxcNzWGco

-         EL ÁTICO 

 

Por Aloisio Vásquez de Ras

 Aloisio, hermano, tú que eres de por allá abajo, me explico de África, antes de que algún malpensado lo interprete erróneamente, te supongo apantallado por esta nueva marcha verde que ha organizado el baranda de los vecinos del sur. Hace años la hicieron por el Sahara que era más propio, pero hacerla ahora, a nado en muchísima agua, no es congruente con las costumbres de un pueblo del desierto.

Un par de besos de paz

Sidi Filomeno Alcaznar

Oye Sidi, me parece que tomas el rábano por las hojas. Buscar similitudes entre nadar o caminar por las dunas, se me hace retorcido. Por supuesto, es más higiénico mojarse. Aunque deberían llevar mascarilla para cumplir con los preceptos que el

incordiar también debe hacerse con la ley en la mano, en este caso con la mascarilla en la boca. Si te afeitas te daré un besito en la mejilla

 ESQUINA ESTE: CIENCIA Y TECNICA

 

Por Prof. Arcadio Funset

El viejo sueño de volar…

 

De pequeño me gustaban los aviones. En aquellos lejanos tiempos eran biplanos, o sea con dos alas superpuestas.

Debe quedar poca gente que los haya visto volar de verdad.

Si acaso, los habrán visto en aquella película del Barón Rojo, un piloto alemán de la primera guerra mundial. Que conste que yo los he visto más tarde, en los desfiles militares del uno de abril. No peino canas porque no puedo, pero soy un joven de la generación del 36. De adolescente leía las novelas de un aviador Billy no sé cuántos, que usaba uno de esos aparatos.


Ahora leo un artículo de Hervé Caps, profesor de Física y director del Museo de Ciencias de la Universidad de Lieja. Recojo y adapto algunas de sus ideas

Es el sueño del hombre de todos los tiempos. Leonardo da Vinci intuyó procedimientos para competir con las aves. Antes, los griegos, que eran de mente calenturienta -tal vez por la vista de tantas estatuas desnudas- se sacaron de la manga, o mejor de la clámide, el mito de Ícaro. Es el sueño de saltadores de pértiga, pilotos de aviones y astronautas.

Consiste en ganar la partida a la gravedad.

Los hermanos Wright dieron el primer saltito. Posteriormente, los astronautas hacen excesivamente real este sueño y, al entrar en la nave espacial sienten que todo flota y se libran de su peso, que han dejado en la Tierra

  Pero, por cierto, ¿la gravedad de la Tierra sólo tiene el efecto de echarnos al suelo?

Para responder a esta pregunta hay que saber que estamos anclados a la fuerza gravitatoria que  actúa sobre todas y cada una de las partículas de nuestro cuerpo, incluyendo células y hasta átomos, tirando de ellas hacia el centro de la Tierra. No podemos imaginar cómo sería si esta señora fuerza dejara de actuar. No debemos pensar que solo actúa sobre los gordos y los obesos -sobre las gordas y las obesas-, también lo hace sobre las partículas de los gases, lo que nos permite tener atmosfera.

El profesor Hervé se plantea: ¿Existe en el espacio, o se cumple en él, el principio de Arquímedes?

Debido a la gravedad, la presión en un fluido (aire, agua) aumenta con la profundidad. Por lo tanto, si sumergimos un objeto en agua la presión que sufrirá por debajo de la superficie será mayor que cuando está por encima de ella. Esta diferencia significa que el objeto se empuja hacia arriba. Si su densidad es menor que la del agua este empuje de Arquímedes tendrá la consecuencia de llevarla a la superficie del agua. Flota.

En nuestro espacio doméstico, que es la atmosfera, los globos con aire caliente se elevan y con ellos las burbujas de gas que suelta el agua a hervir. Y todo porque Arquímedes lo dice.

Todos estos supuestos, y muchos otros, son objeto de experimentos científicos. El objetivo es determinar el papel que desempeña la gravedad en un fenómeno particular. En estos experimentos, los científicos ven la gravedad como una fuerza entre otras, que puede ser variada: un poco como empujar más o menos un objeto.

Experimento sobre la interacción entre gotas cargadas eléctricamente, durante un vuelo parabólico. (ESA, A. El Floc'h, Autor proporcionado)

Como el tema es denso, prometo seguirlo en entregas periódicas como las antiguas novelas románticas

 

 DESTELLOS DE MI MUNDO

Por Marta Díaz

LAS PISCINAS

El día 21 de junio ya empieza apretar el sol radiante y empezaremos a sudar, así que vamos  a darnos un  buen remojón, disfrutar los deportes acuáticos y tomar el sol.

Más de uno se ira a meter en la piscina con mascarilla.

Por favor, quitaros las mascarillas antes de entrar en la piscina.

Eso sí ducharos y rápidamente meteros en la piscina y quitaros el frío de las duchas.

 

LA LLUVIA DE LAS ESTRELLAS PERSEIDAS

La lluvia de estrellas se sucede cada verano y es conocida como las lágrimas de San Lorenzo.

No significa que el santo esté llorando de verdad.

Son lágrimas de las estrellas de las Perseidas.

Para ver la lluvia son los días 11 a 13 de agosto por las noches.

 ¡Os recomiendo ver el espectáculo!

 

ESCORIAL DE SAN LORENZO

Lo más importante en el Escorial es el Monasterio de San Lorenzo.

Es muy impresionante el verlo y desde lejos vemos también, aunque un poco mal, el Valle De Los Caídos. 

El Bosque de La Herrería, la Silla de Felipe II, las cuevas de los osos, todo es precioso y todo diferente.

No vas a ver los osos. Es muy difícil verlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 Leyendas Urbanas

 Entre las leyendas actuales más comunes figura la duda de si existen o no los billetes de 500 euros.

Yo no he visto ninguno, pero como dice un amigo gallego “no existen, pero haberlos haylos”

Otro amigo me presta, con los debidos intereses, una fotografía de uno de ellos que tiene grapado en el tablero de su mesa de despacho.

Su color morado le hace apetecible para algunas formaciones políticas y las otras, aunque preferirían otras tonalidades, no ponen muchos reparos y si pueden, los utilizan.

Mi amigo me ilustra diciendo que, debido a los frecuentes viajes a Andorra, se habilitó un vehículo 4 x 4, todoterreno familiar, al cual se le introdujo la modificación de sellar el maletero trasero, abriendo en su chapa una ranura encima de la placa de matrícula, con las dimensiones adecuadas para permitir la introducción de paquetes de unos pocos billetes de 500 euros.

Con este procedimiento de hucha con ruedas, se agilizaba la aportación de los contribuyentes generosos a la cuestación benéfica del momento.

El matritense castizo

 

AL DIRECTOR QUE LE DEN

 Estupenda tía Marelvis:

Soy un púber que ha sacado malas notas este curso. Se las he presentado a mi papá y le he solicitado un indulto. Me ha soltado una bofetada que me ha hecho dar palmas con las orejas. Le he denunciado por malos tratos y desprecio de género. Se le va a caer el poco pelo que tiene.

¿Perderá la patria potestad, que no sé lo que es pero que tiene nombre de pizza de lujo?

Julianito Menéndez

 

 

 

GALERIA DEL SOUVENIR

 

 

Se abre al público el Teatro de Bayreuth

 

Una exageración de mascarillas

 

Il Battistere de Siena

 

Colonia de mi juventud 

 

Me encanta este derroche de la arquitectura rusa


 

 

El noctámbulo, nº 84 /5ª Época /26 de junio de 2021                                                                                       Página 15

Cumpliendo la reglamentación vigente, señalamos que el Propietario y director de El noctámbulo y de Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso, español.                                                                        luisdiazgarrido1@gmail.com