Informativo
amplio Edición Hoy sábado26
de junio de 2021 nº 84 Precio: 4 reales

¡ Que os quitéis las mascarillas, leñe!
AFORISMO DEL DÍA
“Todos los caminos son de huida y vuelta”.
Elvira Sastre
1.
Aquelarre de
actualidad
2.
Testimonio de
vida
3.
Mundo abierto
4.
Cajón desastre
5.
Esquina
Oeste, Cine: La escopeta nacional
6.
Bagatelas
políticas
7.
Esquina Sur,
Música: Elton John
8.
El ático
9.
Esquina
Este, Ciencia: El sueño de volar
10.
Destellos
de mi mundo
11.
Leyendas
Urbanas
12.
Al
director que le den
13.
Galería de
souvenir
Laus Deo: Hoy les dejaré hablar a rienda suelta, con perdón.
Marelvis:
Supongo que será de la actualidad
Juan:
De la actualidad del mundo que nos rodea
Lùyìsī:习近平达沃斯宣称,"世界再也不会像过去那样了 “Xi Jinping
proclamó en Davos que “el mundo no volverá a ser lo que fue en el pasado”
Lewis: Y lo peor
(o lo mejor) es que no miente.
Arcadio: El mundo está sobre el filo de una navaja
Inés: Confiemos en la Providencia
Lewis: ¿Ustedes no dicen que hay que rogar y dar con
el mazo?
Luigi: Debe ser un dicho de los albañiles
Arcadio: Si en algún momento logran ponerse serios,
podríamos entrar en el tema que tiene enjundia
Juan: El tema es que como no nos pongamos las pilas el
mundo se acaba
Marelvis: Durante años nos han lavado el cerebro para
consumir como locos
Aloisio: Yo me vuelvo loca si voy a unas rebajas de
trapos. Arraso con todo.
Inés: Menos ir a las rebajas y más a las iglesias, que
es lo que te conviene, deslenguado.
Juan: No había vuelto a oír lo de deslenguado desde
que era pequeño.
Marelvis: Es que Inés es una carroza
Inés: Y tú otra, deslenguada.
Lewis: Han empezado a decir que el petróleo se acaba
Juan: Eso es un infundio. Hay petróleo para rato. O sea,
para otras dos o tres guerras para acapararlo.
Arcadio: Hay otras cosas que si se acaban originarían
un gran problema
Luigi: Supongo que su sapiencia eminentísima se debe
referir a los metales raros
Arcadio: Como su mismo nombre indica son escasos, pero
de ellos depende gran parte de la tecnología actual
Lewis: Aunque no la pruebo, me preocupa que se acabe
el agua
Arcadio: El agua no se puede acabar porque sería el
fin de la vida, pero si puede escasear y ser la causa de los próximos
conflictos.
Juan: Hablamos de cosas fundamentales que se pueden
acabar y supongo que habrá soluciones para ello. En su día se acabaron los
dinosaurios y lo solucionamos con algunos políticos.
Lewis: No es tan fácil, pero podríamos frenar esa
tendencia si ahorramos y restringimos el consumo de cada uno.
Marelvis: Prometo cambiar de zapatos solamente tres
veces al año
Aloisio: Lo que pasa es que todos los aparatos electrónicos
tienen dentro un japonés que los hace funcionar, pero el japones se acaba a los
cinco años y hay que comprar otro aparato.
Lùyìsī:他们应该买中国小工具Deberían comprar aparatos chinos
Luigi:
Peor, el chino de dentro no sabe tanto y además dura solo un semestre.
Director:
Si de una puñetera vez se ponen ustedes serios comprenderán que lo que se
plantea es ahorrar en el consumo, no cambiando de móvil, televisor y vehículo solo
por capricho, o por seguir la moda.
Lewis:
Y usar el agua solo para lavarse
Juan:
Yo tuve un jefe que cuando le llevaba a contemplar el mechero del horno,
quemando petróleo, decía que algún día lo sentiríamos, porque había investigaciones
de que procesando el crudo podríamos obtener unos buenos solomillos.
Lewis:
Con un jefe así lo mejor es cambiar de empleo.
Aloisio:
En lugar de carne de vaca podríamos comer insectos, que tienen muchas proteínas
Juan:
A mí no me parecen comestibles los mosquitos, y en cambio yo soy un bocado
apetecible para ellos.
Marelvis:
No solo para los mosquitos
Laus: Creo que este tema nos dará para más tertulias.
Director:
En la próxima, y para ahorrar, los caballeros
vendremos sin afeitar
Marelvis:
Y yo sin renovarme las mechas.
Por Juan Quintín
Si
hablo tanto de mis veraneos en Torrevieja es porque entre esta ciudad y
Orihuela, pasé las mejores temporadas de mi periplo adolescente. Gracias a la
generosidad de mi hermano y de mi cuñada tuve agradables estancias, culminadas
muchas veces en experiencias novedosas. Eran veranos que se reducían a pocos,
pero interesantes acontecimientos. Normalmente me levantaba con el alba, para
poder navegar antes de que mi hermano se fuese a su trabajo. Si pescábamos algo,
se celebraba asando al bicho en una parrilla. La mañana era de playa familiar,
prácticas de buceo, en una de las cuales, al salirse mi brazo derecho de su
articulación, tuve dificultades para desprenderme del lastre y poder subir a
superficie.
Siempre
tuve una buena conexión con mi hermano y mi cuñada, y sus hijos. Conexión que he
mantenido siempre, ahora prolongada con sus hijos y sus respectivas y
respectivos.
Me
introdujeron en su grupo de matrimonios de amigos, donde yo era el soltero. Con
todos ellos acudía al festival anual de Habaneras, que supongo se sigue
celebrando. Tengo que confesar, que a mi juicio, oída una habanera, oídas todas,
y si encima repites cada año acabas por preferir el foxtrot.
También entable amistad
con algunas chicas, con las cuales realizaba actividades tan castas como
capturar bígaros, en las rocas de la escollera
de la playa de los locos.
Esa playa que
frecuentábamos debía su nombre a la existencia de un viejo edificio, separado
de ella por la carretera, del que se decía que, cuando la contienda, albergó un
hospital militar y después se habilitó como manicomio a la usanza de aquellos
tiempos.
Una tarde, acompañado de
mi hermano y de mi sobrino mayor, saltamos la tapia y nos introdujimos en el
edificio. Aquello era el escenario de una película de Stephen King:
habitaciones oscuras abandonadas con camas roñosas y colchones desechos por la
polilla, instrumental, bandejas y vitrinas sanitarias por el suelo. En una de
las incursiones por las viejas habitaciones debimos entrar en la madriguera de
todas las pulgas e insectos voraces, que nos invadieron hasta en nuestras
partes nobles. Salimos corriendo, saltamos la tapia sin poner las manos,
cruzamos la carretera sin mirar y nos zambullimos en el agua del mar, donde se
ahogó toda esa porquería de huéspedes indeseados.
En la escollera de esa
playa practique el arte, que debía venir de los fenicios, de lanzar un poco de
aceite virgen de oliva al agua, lo que permitía ver la profundidad y, si descubrías
un calamar o un pequeño pulpo entre las rocas, con habilidad y utilizando una
aguja metálica de las de hacer punto, alancear al bicho y ya tenías aperitivo.
Aunque para el aperitivo
era más fácil acudir al chiringuito de la playa, comentar la actualidad con los
deportistas acodados en la barra y degustar unas gambas rojas o unas almendras
fritas con sal, acompañadas de una palomita fresca. Ya dije lo que era una
palomita: un brebaje blancuzco obtenido al precipitar las sales de plomo del
anís Tenis sobre los hielos. Supongo que si me leen un ecologista o un
dietista, les entraran calambres.
Por Marelvis Orellana
Pero ocurría que
a veces las relaciones se enquistaban, y no siempre terminábamos bien ni había
besitos cuando me despedía. En dos de ellas, en la de San Pedro Sula, en
Honduras, y en la de Táchira, en Venezuela, salí de las últimas reuniones con los
Comités de Empresa de ambas con sendas placas llenas de firmas, y con emotivas
dedicatorias. En las españolas no me hicieron ni caso, pese a que me esforzaba
en intentar comprender las posturas de los antagonistas, incluso hubo veces que
la superioridad me acusó de sentarme, en sentido figurado, en el banco social más
que en el de la empresa.
En la fábrica
toledana, Lewis y yo peleábamos con un Comité muy reacio a soportar influencias
de los sindicatos provinciales, lo cual era una bendición porque así todo lo
guisábamos en casa. Tenían un lema que tardé en comprender: “olivita comida,
huesito fuera”. Me imagino que también se aplicará en el Congreso cuando Inés y
sus colegas discutan uno por uno los artículos de alguna ley.
A las sesiones
solía acudir Antonio, el administrador, que hacía el papel de policía malo. A
veces se excedía, como en aquella sesión que terminó mal cuando afeó a los
sindicalistas que se llevaran papel higiénico de los aseos de la fábrica a sus
casas.
Antonio, además
de las labores propias de su sexo como administrador, también llevaba la
gestión del economato y del polideportivo.
El polideportivo
era una buena baza en las relaciones. Bien equipado tenía su propia afición,
sin excluir a los habitantes del pueblo, aunque no fuesen empleados de la
fábrica. Se gestionaba el patrocinio o el sponsor de un club de futbol que
militaba en las profundidades de las categorías de la Liga. Un año, Antonio
quiso animar a los jugadores y a la afición y, con permiso de Lewis, empezó a
rifar jamones, uno por partido. Como no podía ser menos, la mano pura e
inocente que sacaba el numerito ganador era la mía, marfileña y siempre recién
salida de la manicura.
Ocurrió que, tal
vez por las proteínas que proporcionaba el jamón o por los ánimos de la
afición, un año el equipo subió de categoría y Lewis se sumergió en la
preocupación del incremento de primas a los jugadores, y el tener que discutir
contratos y fichajes. Al año siguiente no hubo jamones, el equipo descendió y
Lewis se tranquilizó.
Personalmente yo
tenía el cometido de cuidar de José Luis, un atleta en teoría empleado como
dibujante-proyectista, que cumplía su jornada laboral corriendo por los campos
y entrenándose para correr más rápido que nadie los 10.000 metros. No era
baladí mi cometido. Periódicamente recibía una llamada de la más alta
superioridad de la empresa inquiriendo si el bueno de José Luis había dormido
bien, y si recibía todos los cuidados necesarios. Si en alguna prueba quedaba
segundo, la pregunta era más inquisitiva y yo me sentía como obligada a
calzarme unas alpargatas y acompañarle en su carrera como si fuese una liebre
mecánica. Una vez que requerían hablar con José Luis tuve una contestación
inoportuna cuando dije que, como estaba corriendo, la única posibilidad era que
fuese a buscarle en un taxi.
Un
neoyorquino ha pasado la pandemia viviendo solo en un hotel de cinco estrellas
Fachada del
Hotel The Chatwal
En marzo de 2020, cuando en Nueva York se decretó el
confinamiento total de los habitantes de la ciudad, los bomberos pidieron que
en todos los inmuebles se quedara al menos una persona, que pudiera avisar en
caso de problemas. Fue entonces cuando
Robert Mallia, soltero y sin hijos, se presentó voluntario para convertirse en
el guardián del hotel The Chatwal, un cinco estrellas situado al lado de Times
Square. El puesto fue ofrecido a varias personas antes, que lo rechazaron.
La alegre Buhardilla
Separata
cultural Edición conjunta El noctambulo 26 de junio 2.021 nº 84 Precio: 4 reales
Por
Julia Blanc-Sec
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"La escopeta nacional", un inigualable
catálogo de fenotipos de la España de siempre cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de
espíritu burlón y de alma quieta, ha de
tener su mármol y su día, su
infalible mañana y su poeta.(Antonio Machado)
Como un acto más de homenaje a Luis García Berlanga, que en este año 2021 habría celebrado su centenario, “La escopeta nacional”, una de sus películas más emblemáticas, se reestrena con todos los honores y en copia digital restaurada este viernes, 18 de junio de 2021. |
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La historia, con moraleja, presenta a un fabricante catalán de porteros electrónicos que viaja a Madrid, acompañado de su amante, para asistir a una cacería que él mismo ha organizado a través de un intermediario, que se publicita también como “conseguidor” y que le ha prometido ponerle en contacto. con gentes de la alta sociedad que van a invertir en su negocio. En la finca del marqués de Leguineche –inefable Luis Escobar- conoce a diversos personajes y vive multitud de situaciones tan absurdas como disparatadas. “La escopeta nacional” es una sátira despiadada que reúne casi todos nuestros tópicos: están el aristócrata que ya no es lo que era, y alquila todo –su finca, sus criados, su familia y a él mismo- al mejor postor, en este caso al empresario catalán –que paga y exige ver la contrapartida- que lleva a su amante a los viajes de negocios porque es incapaz de imaginar una escapada romántica; la amante, que es cualquier cosa menos la chica boba con vocación de mantenida, aunque está encantada de que la mantengan; y todo el resto de asistentes a la cacería -tipos de gomina, bigote y loden verde; mujeres con chaleco y escopeta- entre los que no podía faltar “el ministro”. Berlanga es
probablemente quien mejor ha filmado la posguerra, el franquismo y la
transición inacabada; y “La escopeta nacional” es una obra de arte, algo así
como el “Celtiberia show” de Carandell y las viñetas de Chumy Chúmez y El
Roto llevadas a la pantalla grande. |
El tráiler de “la escopeta nacional” puede verse en:
https://www.youtube.com/watch?v=Jsh_DoAupOM
BAGATELAS POLITICAS
Por Inés España
Estoy
de los nervios. Con mi voto en contra, en el Congreso se ha aprobado la ley que
levanta la veda.
En
el seno de esta redacción preocupada, cuya edad media se sale de las
estadísticas salvo Marta que es joven, Marelvis y servidora que ambas
presumimos de estar intactas, los demás más o menos tienen herederos que
sorprendentemente empiezan a llamar todas las mañanas para preguntar cómo va la
tos y la acidez de estómago.
Los
obispos están que trinan en gregoriano y los de verde van a recurrir, pero no
sé a quién. Ambos lo tienen crudo.
No
cabe duda de que algunos casos trágicos, de todos conocidos, justifican que
exista reglamentado este derecho individual y personal. Cada uno es libre de
tomar la decisión, siempre que nadie puede obligar a quien considere la vida
como una donación divina a solicitar su aplicación para sí mismo.
Lo
que me preocupa es que con el tiempo se ablanden las condiciones o que esta ley
se emplee torticeramente por algún gobierno de los que salvan a las patrias, y
a los ciudadanos.
Luigi,
que es un mal pensado, me dice que esto tiene que ver con las pensiones.
Por
si acaso, me voy a un abogado para redactar mi testamento y, por supuesto, a
confesarme
ESQUINA SUR: MÚSICA
Por Julia Blanc-Sec
Elton John reanuda la “gira de adiós” que interrumpió
la llegada de la pandemia
En las redes sociales, Elton John se ha dirigido a sus fans prometiéndoles que van a vivir una experiencia inolvidable: « Pondré todo de mi parte para que sea espectacular, ofreceré lo mejor de mi arte en una producción sensacional y en lugares que han significado mucho a lo largo de mi carrera ». En la práctica, los conciertos son una retrospectiva de los cincuenta años de trayectoria profesional de Elton John, con títulos tan emblemáticos como « Eocket Man », « Tiny Dancer » o « Philadelphia Freedom ».
Al mismo tiempo que la gira de despedida, Elton John
anuncia que, en este mismo 2021, va a cumplir algunos compromisos que quedaron
pendientes: su público de incondicionales ya ha agotado las entradas para el
concierto del próximo 1 de septiembre en la Mercedes Benz Arena de Berlín y
para los de los días 10,12 y 13 de octubre en la Accor Arena de París ( y uno
último el 11 de junio de 2022 en Paris La Défense Arena).
https://youtu.be/RGFxcNzWGco
-
EL ÁTICO
Por Aloisio Vásquez de Ras
Un par de besos de paz
Sidi Filomeno Alcaznar
Oye Sidi, me parece que tomas el rábano por las hojas. Buscar similitudes entre nadar o caminar por las dunas, se me hace retorcido. Por supuesto, es más higiénico mojarse. Aunque deberían llevar mascarilla para cumplir con los preceptos que el
incordiar también debe hacerse con la ley en la mano, en este caso con la mascarilla en la boca. Si te afeitas te daré un besito en la mejilla
Por Prof. Arcadio Funset
El viejo sueño de volar…
De
pequeño me gustaban los aviones. En aquellos lejanos tiempos eran biplanos, o
sea con dos alas superpuestas.
Debe
quedar poca gente que los haya visto volar de verdad.
Si
acaso, los habrán visto en aquella película del Barón Rojo, un piloto alemán de
la primera guerra mundial. Que conste que yo los he visto más tarde, en los
desfiles militares del uno de abril. No peino canas porque no puedo, pero soy
un joven de la generación del 36. De adolescente leía las novelas de un aviador
Billy no sé cuántos, que usaba uno de esos aparatos.
Ahora leo un artículo de Hervé Caps, profesor de Física y director del Museo de Ciencias de la Universidad de Lieja. Recojo y adapto algunas de sus ideas
Es
el sueño del hombre de todos los tiempos. Leonardo da Vinci intuyó
procedimientos para competir con las aves. Antes, los griegos, que eran de
mente calenturienta -tal vez por la vista de tantas estatuas desnudas- se
sacaron de la manga, o mejor de la clámide, el mito de Ícaro. Es el sueño de
saltadores de
pértiga, pilotos de aviones y astronautas.
Consiste en ganar la partida a la gravedad.
Los hermanos Wright
dieron el primer saltito. Posteriormente, los astronautas hacen excesivamente real este sueño y, al entrar en la nave
espacial sienten que todo flota y se libran de su peso, que han dejado en la
Tierra
Para responder a esta pregunta hay que saber que estamos anclados a
la fuerza gravitatoria que actúa sobre
todas y cada una de las partículas de nuestro cuerpo, incluyendo células y
hasta átomos, tirando de ellas hacia el centro de la Tierra. No podemos
imaginar cómo sería si esta señora fuerza dejara de actuar. No debemos pensar
que solo actúa sobre los gordos y los obesos -sobre las gordas y las obesas-,
también lo hace sobre las partículas de los gases, lo que nos permite tener
atmosfera.
El profesor Hervé se plantea: ¿Existe en el espacio, o se cumple en él, el principio de
Arquímedes?
Debido a la gravedad, la presión en un fluido
(aire, agua) aumenta con la profundidad. Por lo tanto, si sumergimos un objeto
en agua la presión que sufrirá por debajo de la superficie será mayor que cuando está por encima de ella. Esta diferencia
significa que el objeto se empuja hacia arriba. Si su densidad es menor que la
del agua este empuje de Arquímedes tendrá la consecuencia de llevarla a la
superficie del agua. Flota.
En nuestro espacio doméstico, que es la atmosfera, los globos
con aire caliente se elevan y con ellos las burbujas de gas que suelta el agua
a hervir. Y todo porque Arquímedes lo dice.
Todos estos supuestos, y muchos otros, son objeto de experimentos científicos. El objetivo es determinar el papel que desempeña la gravedad en un fenómeno particular. En estos experimentos, los científicos ven la gravedad como una fuerza entre otras, que puede ser variada: un poco como empujar más o menos un objeto.
Experimento sobre la interacción entre gotas cargadas eléctricamente, durante un vuelo parabólico. (ESA, A. El Floc'h, Autor proporcionado)Como el tema es denso, prometo seguirlo en entregas
periódicas como las antiguas novelas románticas
Por Marta Díaz
LAS PISCINAS
El
día 21 de junio ya empieza apretar el sol radiante y empezaremos a sudar, así
que vamos a darnos un buen remojón, disfrutar los deportes
acuáticos y tomar el sol.
Más
de uno se ira a meter en la piscina con mascarilla.
Por
favor, quitaros las mascarillas antes de entrar en la piscina.
Eso
sí ducharos y rápidamente meteros en la piscina y quitaros el frío de las
duchas.
LA LLUVIA DE LAS ESTRELLAS
PERSEIDAS
La lluvia de estrellas se
sucede cada verano y es conocida como las lágrimas de San Lorenzo.
No significa que el santo
esté llorando de verdad.
Son lágrimas de las
estrellas de las Perseidas.
Para ver la lluvia son los
días 11 a 13 de agosto por las noches.
¡Os recomiendo ver el espectáculo!
ESCORIAL DE SAN
LORENZO
Lo
más importante en el Escorial es el Monasterio de San Lorenzo.
Es
muy impresionante el verlo y desde lejos vemos también, aunque un poco mal, el
Valle De Los Caídos.
El
Bosque de La Herrería, la Silla de Felipe II, las cuevas de los osos, todo es
precioso y todo diferente.
No
vas a ver los osos. Es muy difícil verlos.
Yo no he visto ninguno, pero como dice un amigo
gallego “no existen, pero haberlos haylos”
Otro amigo me presta, con los debidos intereses, una
fotografía de uno de ellos que tiene grapado en el tablero de su mesa de
despacho.
Mi amigo me ilustra diciendo que, debido a los
frecuentes viajes a Andorra, se habilitó un vehículo 4 x 4, todoterreno
familiar, al cual se le introdujo la modificación de sellar el maletero
trasero, abriendo en su chapa una ranura encima de la placa de matrícula, con
las dimensiones adecuadas para permitir la introducción de paquetes de unos
pocos billetes de 500 euros.
Con este procedimiento de hucha con ruedas, se
agilizaba la aportación de los contribuyentes generosos a la cuestación
benéfica del momento.
El matritense castizo
AL DIRECTOR QUE LE DEN
Soy un púber que ha sacado malas notas este curso. Se
las he presentado a mi papá y le he solicitado un indulto. Me ha soltado una
bofetada que me ha hecho dar palmas con las orejas. Le he denunciado por malos
tratos y desprecio de género. Se le va a caer el poco pelo que tiene.
¿Perderá la patria potestad, que no sé lo que es pero
que tiene nombre de pizza de lujo?
Julianito Menéndez
GALERIA DEL SOUVENIR

Se abre al público el Teatro de Bayreuth

Una exageración de mascarillas

Me encanta este derroche de la arquitectura rusa
El noctámbulo, nº 84 /5ª Época /26 de junio de 2021 Página
15
Cumpliendo la reglamentación
vigente, señalamos que el Propietario y director de El
noctámbulo y de Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso,
español. luisdiazgarrido1@gmail.com









