sábado, 12 de junio de 2021

El noctámbulo, número 82 del 12 de junio de 2021

 

El noctámbulo

Informativo amplio              Edición Hoy sábado 12 de junio de 2021    nº 82              Precio:  4 reales

 

En el claustro interior de cada uno, encontraremos la paz (Foto Marta Díaz)

SUMARIO

1.       Aquelarre de actualidad

2.       Testimonio de vida

3.       Mundo abierto

4.       Bagatelas políticas

5.       Cajón desastre: Post-it

6.       Esquina Oeste, Cine: Sueños de una escritora en Nueva York

7.       El buen vivir

8.       El rincón del bebercio

9.       Esquina Sur, Música: Chrissie Hynde canta a Bob Dylan

10.    El ático

11.    Esquina Este, Ciencia:  Lluvia en Dubái

12.    Destellos de mi mundo

13.    Leyendas Urbanas

14.    Al director que le den

15.    Galería de souvenir

 

 

AFORISMO DEL DÍA

“Nuestras raíces son los hijos. Somos árboles al revés, que arraigan por sus frutos”.

Tzvetan Todorov

 

 

AQUELARRE DE LA ACTUALIDAD

 


Laus Deo: Con el permiso de la autoridad competente, o sea el señor director, aquí de cuerpo presente, les comunico con alborozo que posiblemente el próximo aquelarre lo haremos cara a cara, olvidándonos de la telemática y demás inventos del Averno

Director: Usted, joven, ¿es cursi y trasnochado de nacimiento o estudia para ello en sus horas libres?

Laus Deo: Solamente pretendía dar una noticia alborozadora

Director: Podría haber omitido lo del cuerpo presente que me ha sentado como una patada en la tripa

Inés: Señor director, usted no tiene tripa, tiene estómago

Luigi: Yo diría que panza

Laus: Por favor, empecemos

Marelvis: Si nos vamos a reunir, propongo que sea al aire libre y donde se reúne la familia Arco Iris

Inés: Muy a juego con las mechas de tu peinado, lo del Arco Iris

Lewis: Es en un paraje protegido de la Rioja navarra

Juan: Conmigo no contéis. Hay que caminar más de dos kilómetros por la hierba y no hay taxis

Marelvis: No todo son taxis. Hay otros alicientes como podernos despelotar

Arcadio: Me pierdo el espectáculo, y además lo mio sería bochornoso

Inés: Eso es depravación

Lewis: No te preocupes. El Gobierno ya ha enviado a la Guardia Civil a investigar

Juan: El Gobierno se ha pasado dos pueblos. Ha enviado a mas de un centenar de agentes

Aloisio: Y de agentas

Ludwig: Pues a ver qué pasa. Lo mismo les dan un bebedizo, o un exorcismo, y se desnudan todos.

Luigi: Todo se pega

Juan: El portavoz de la Guardia Civil es un señor mayor que ya ha dicho que no ha visto nada pecaminoso.

Inés: Alabado sea el Señor

Lewis: También para el sargento ha debido ser un marrón. En su día, cuando aceptó lo de “Todo por la Patria”, no podía imaginarse que tendría que testificar por actos sexuales y visiones sicalípticas.

Marelvis: Aseguró que no había visto a ninguno, y que todo se reducía a unos cuantos veganos cantando en círculo, delante de un fuego sagrado

Aloisio: Pues el fuego, sagrado o no, lo agradecería el único de ellos que estaba en cueros

Marelvis: No era interesante. A mi no me puso

Inés: Porque la televisión le sacó de espaldas, mejor dicho de nalgas. Si le hubieran puesto de frente, seguro que te pone

Juan: A Marelvis y Aloisio, cuando hablan de hombres se les ve el plumero

Aloisio: Y a Inés el hisopo

Lewis: Ninguno usaba mascarilla

Arcadio: Si no llevas ropa, parece que la mascarilla es excesiva

Marelvis: Depende de donde te la pongas

Ludwig: Además, con mascarilla no puedes tocar la flauta

Aloisio: O lo que sea

Lewis: Arco Iris es una manifestación mundial

Ludovic: В России мы позволяем им встречаться в Сибири En Rusia los dejamos reunirse en Siberia

Luigi: Allí no se debe desnudar ni dios.

Inés: Este cocinero es un blasfemo

Luigi: Señora mía, es una frase hecha y además la he pronunciado en minúscula.

Lewis: Lo malo es poner en peligro, con fuegos y agresiones al medio, un paraje natural protegido

Arcadio: Pue bien que lo pisotearon los cien agentes

Aloisio: Y agentas

Director: ¡Vaya fijación con el género!

Lùyìsī:些行在中国并不存在: Estos actos no existen en China

Juan: Es diferente, en vez de cien guardias civiles, habrían ido tres mil soldados.

Luigi: Hay chinos para aburrir

Julia: Y para controlar a todo dios, también con minúscula.

Inés: Yo rezo para que algún virus los deje impotentes

Marelvis: La de Trento es cada día más burra

Director: Espero que se calmen cuando estemos cara a cara

 

 

 

TESTIMONIO DE VIDA

 

VERANOS

 

Por Juan Quintín

 

Me había quedado con los pies en la salobre agua marina de Torrevieja, El nombre de la ciudad se lo debe a una torre, supongo que con funciones de faro y servir de punto de referencia para los navegantes, y también para que subiera el vigía hasta la azotea y clamara avisos si vislumbraba velas berberiscas en el horizonte  La Torre desapareció con el terremoto y actualmente estaría absorbida por la multitud de edificios de apartamentos que han colonizado la ciudad, en un nuevo terremoto especulativo. En aquellos años Torrevieja era tranquila y podías disfrutar de chiringuitos en cualquier calle, donde te servían las cañas de cerveza con una tapa adicional gratis de gambas rojas. Esas gambas hoy día son carísimas por la manía actual de potenciar lo rojo. Si os toca la quiniela, os recomiendo una escapada a la cercana ciudad de Santa Pola y en el restaurante Batiste, el de toda la vida, poneros ciegos de ese marisco, que os recomiendo.

Con su casino de juegos, Torrevieja hacía la competencia a otras ciudades de la ribera levantina del Mediterráneo, que también tenían casinos para jugar a los prohibidos más o menos encubiertos en los bajos y sótanos de los edificios de los Casinos, de actividades sociales de los terratenientes, existentes en muchas ciudades españolas. En los cines de entonces se veían algunas películas con escenas en los casinos de verdad, los de Las Vegas. Un probo censor ocultaba las imágenes de algún ganador muy exitoso, para evitar la promoción del vicio. En de Torrevieja que yo recuerdo no había, al menos a la vista, ruletas o mesas de blackjack . Tengo la imagen de un tablero de parchís como campo de un juego de finalidad crematística, debajo del cual los jugadores iban colocando los billetes ganados a través de las cuotas establecidas, cada vez que se comían una ficha o completaban el recorrido. He visto tableros sospechosamente hinchados y en equilibrio inestable sobre los billetes. Dudo que ese tipo de ocultación hubiera servido en el caso de que apareciera un inspector o fiscal, que también hubiera sorprendido en plena faena de juego al censor.

Compaginaba mi estancia en Torrevieja con otras en Orihuela. Como se dice ahora, jugaba en dos sedes.  En Torrevieja, mi hermano se empeñó en pescar moviéndose peligrosamente en una pequeña barca. Y tuvo éxito. En las aguas del mismo puerto de la ciudad se daban esplendidos peces que llamábamos dentones,  por sus característicos dientes pequeños , separados y amarillentos, como de viejo rijoso, que debían servirles para levantar las arenas del fondo y merendarse al pequeño marisco. Luigi los llama de otra manera, y a medida que te mueves por la costa su nombre va cambiando; creo que por Huelva y Cádiz los llaman Urta. Lo que no cambia es que están de vicio al horno y con guarnición de verduras y tomates. Son una bendición. La contaminación del puerto, y la excesiva captura, obligó a estos pobres peces a salir al mar abierto y buscar refugio en roquedales, y en mayores profundidades Lo que se inició en una pequeña barca fue evolucionando a naves mayores. Según aumentaba el tamaño del pecio disminuían las capturas. Lo contaré en el próximo número, ya que ahora me voy a cocinar una urta a la roteña.

(Roteña viene de Rota, la ciudad gaditana o city estadounidense, donde antes de que llegaran los portaviones, inventaron esta forma riquísima de guisar el pez.

 

MUNDO ABIERTO

                                                                                                                                 Por Marelvis Orellana

 

Iba y venía, casi todos los días desde Madrid a la población toledana y volvía. Muchos días coincidía con Lewis, que hacía ese recorrido de más de una hora, todos los días del año. El Lewis además, de ser un obseso de la puntualidad vivía en el horario inglés o australiano, ya que pretendía estar a las 07.00 en punto de la madrugada en la puerta de la fábrica. Por mi parte, para seguir ese horario me tendría que levantar a las tres o las cuatro, me lleva tiempo el cuidado personal a base de cremas y ungüentos. Decidí hacer mi vida, sobre todo cuando un simpático joven madrileño que ejercía en Toledo, al enterarse mi crónico miedo a los lobos y a los tifones habituales en la carretera de Toledo  (terror que aumentaba cuando dormía sola), se ofreció a llevarme y traerme.

En la fábrica, y para cumplir mis misiones de relaciones humanas, departía con el administrador Antonio, hombre afable, enjuto, de mediana estatura e impenitente fumador del tabaco negro celtibérico. Según las malas lenguas, con el anterior director, el que navegaba, su carácter era más bien irascible, pero con Lewis había cambiado y un exagerado amanuense a su servicio decía que le había visto hasta sonreír. Antonio, aparte de las labores propias de su sexo de administrador, colaboraba fielmente con Lewis en la redacción y cálculo de los exhaustivos costes técnicos de producción mensuales, cuyo destino inexorable era ser siempre más bajos que los del mes anterior

Lewis me decía que comparada su elaboración con lo de hacer encaje de bolillos; esto último era una tontuna.

Antonio llevaba la responsabilidad del Economato, departamento inexistente para los pibes de ahora que si piensan en ella la relacionan con los godos. Los economatos surgen, y hablo en plural porque diversas empresas los tuvieron, en los tiempos de escasez y penurias, cuando de alguna forma había que complementar las escasas cantidades de alimentos primarios que concedían las cartillas de racionamiento. Después, ya en tiempos de bonanza, algunos sobrevivieron: unos por la ubicación del centro fabril, otros por costumbre o derecho adquirido, y los menos por cariño de los beneficiarios.

Lewis se mantuvo lejano a su gestión, ya que confiaba en la habilidad de Antonio y además esa gestión no le parecía eminentemente técnica. De todas formas, me pidió que le informara si aquella actividad proporcionaba algún beneficio social a los empleados.  Así era porque las compras masivas, incluso a pie de cosecha, permitía que los precios del economato fuesen inferiores a los de las tiendas de la localidad. El grueso de productos ofrecidos lo componían legumbres, aceites, embutidos y algún tipo de latas. Alimentos frescos no se comercializaban normalmente. Antonio me instruyó acerca de cómo, en el precio del salchichón, las mermas de empiece y final de la barra de embutido repercutían en su precio al consumidor. De alguna forma, aumentó mi cultura y puso a trabajar mi intelecto.

Cuando Antonio llegaba a adelgazar por las preocupaciones era en los tiempos previos a la entrega de regalos a los niños en la festividad anual de los Reyes Magos. Incluso en los tiempos en los que decayó la venta de embutidos, la entrega solemne de los juguetes se mantenía en todo su esplendor. Hay que tener en cuenta que la plantilla era numerosa, y todos casados según las ordenanzas e incrementando la prole debido al aburrimiento de las noches en aquellos campos. Al final, el día 6 de enero había multitud de niños, niñas y adolescentes. Antonio elaboraba las listas, previamente inquiría de los padres los deseos de sus crías y generaba un listado, base del pedido a cursar a la juguetería que mejor precio ofertaba. Después, había que envolverlos y ponerles el lazo. En el día señalado, Lewis dirigía el cotarro o evento de la entrega de los juguetes a los mocosos.

Llegué a derramar alguna lagrima en tan emotivo acto, y porque no soportaba los altos tacones de mis zapatos

 BAGATELAS POLITICAS

 

MAS PLAGAS

Por Inés España

Hoy me encuentro confusa y aturdida. Vengo de una sesión en el Congreso sobre el tema de los Presupuestos Generales del Estado. Llueve sobre mojado, ya que hace unos días tuve que asistir por el mismo bodrio a una Junta de la Comunidad de propietarios donde vivo. Allí me entregaron un voluminoso cartapacio y aunque lo leí por la noche, en mi cama solitaria y ataviada con el casto camisón que uso, no me enteré de nada y me dormí después de rezar lo de las cuatro esquinitas. El caso es que no pude descubrir si en el epígrafe de mejoras se incluía el riego por aspersión o si en el epígrafe de jardinería se valoraba la instalación de contenedores para las cacas de los chuchos. O sea, que en la Junta dije que amen y quedo a la espera de la próxima derrama.

En el caso del Congreso me pasó lo mismo. El mamotreto debía tener mil y tropecientas páginas que, además de en papel me entregaron también en uno de esos cacharros de memoria, pero mi presbicia hace que al cabo de un rato la pantalla del PC dé vueltas, o se empeñe en ponerse borrosa.

Menos mal que un joven diputado nos explicó a los asistentes algunos epígrafes de título encriptado, o en sanscrito.

El caso es que parece que debajo del nombrecito se amontonan partidas dinerarias para que algunas sociedades, empresas y consorcios apacentados por el Gobierno puedan existir, aunque no se sepamos muy bien para qué. Son como el moco del pavo. Perviven con una u otra ideología partidista, con los diferentes gobiernos, solo que cambiando a los beneficiarios de la cúpula de cada una de ellos. Nadie me supo explicar que hace el Gobierno, a través de la empresa correspondiente, supervisando los aparcamientos de una ciudad gallega o manejando la logística de un puerto del Mediterráneo. Para el primer cometido entiendo que está el Ayuntamiento de la ciudad, y para el segundo me pierdo en la madeja de competencias, ya existentes en el puerto, entre el Ministerio de Fomento, la Agencia Tributaria, la tribu de armadores, las tropas de la Marina, los agentes del cuerpo de Carabinero, las cofradías de pescadores, el club de yates y la peña del Real Madrid. Encima, ahora les cae un Consorcio estatal relleno de asesores y expertos.

Supongo, con mi espíritu cristiano y resignado, que alguna de esas empresas dará resultados positivos y aprovechables.

Si no es así, me duelen los millones de euros que nos cuesta mantenerlas.

Si pudiera opinar, diría que ese montón de millones de los ahorros de los españolitos y de las españolitas, se aprovecharía mejor para rebajar el IVA de todo, y si no nos dejan los de Bruselas podríamos dar varias pagas extras a nuestros jubilados o aumentar exponencialmente el número del personal sanitario.

En fin, me dejo de entelequias no factibles, me arropo en mi nórdico de flores y me duermo entre jaculatorias a falta de otras cosas.

                                    Visión resumida de los Presupuestos Generales del Estado según la memoria entregada

 


 Post-it: la enorme fuerza persuasiva de un pedazo de papel amarillo

Por Cortazar, jr.

No es solo un elemento decorativo de mesas de trabajo y puertas de neveras. El Post-it –ese cuadradito de papel que se adhiere mejor o peor a distintas superficies- es una herramienta que viene a rellenar los agujeros de la memoria.

Pero además es que –según la Harvard Business Review (HBR), o sea, revista de negocios de la Universidad de Harvard- ese pedazo de papel tiene enormes poderes psicológicos, a juzgar por los resultados obtenidos por el profesor de la Universidad Sam Houston de Texas, Randy Garner, y relatados en la revista por otro profesor: Kevin Hogan, especialista en técnicas de influencia y persuasión.

Randy Garner quería saber cómo podía convencer a unos alumnos para que le devolvieran cumplimentado a través del correo electrónico interno de la universidad, un cuestionario de cinco páginas. Para ello hizo tres grupos: El grupo 1 a recibió el cuestionario solamente, el grupo 2 lo recibió acompañado de un mensaje escrito pidiendo que lo completaran y el grupo 3 recibió el cuestionario con un Post-it pegado, con el mismo mensaje.

El resultado fue que el 78% de los participantes del grupo 3 reenviaron el cuestionario, mientras que solo lo hicieron el 48% del grupo 2 y el 36% del grupo 1.

 


En una segunda fase, Randy Garner envió cuestionarios sin mensaje (grupo 1), cuestionarios con un Post-ít en blanco (grupo 2) y cuestionarios con un mensaje escrito en un Post-it (grupo 3).  También en este caso ganó el grupo 3 (69% de respuestas), frente al 43% (2) y solo el 34% (1). 

« Lo que prueba que el Post-it tiene un impacto sobre el comportamiento que no tiene la simple nota personalizada », ha escrito el profesor Garner en su estudio. En una última fase, pudo además constatar que los cuestionarios con Post-it se los devolvían con más comentarios que los que no lo llevaban.

 Según Kevin Hogan, el Post-it reúne varios mecanismos comportamentales importantes :

-reorganiza el decorado: el Post-it ocupa espacio y da impresión de desorden. El cerebro hace lo posible por desembarazarse de él. 

-llama la atención

-es personalizado

-se supone que pide un favor o una atención especial, lo que da sensación de importancia al destinatario.

 

¿Por qué los Post-it son mayoritariamente amarillos? Porque llama más la atención que cualquiera de los otros colores.

 Y un último consejo: ”Redactar un mensaje corto es eficaz, pero añadir arriba el nombre de la persona a la que va dirigido y abajo las iniciales de quien lo envía, engendra un mayor asentimiento. Lo he comprobado –dice el profesor Hogan- con colaboradores de todo el mundo, y siempre ha funcionado maravillosamente bien”.

 Quizá falta por demostrar si el Post-it funciona igual de bien en la universidad o en el trabajo que cuando, encolado en la puerta de la nevera, lo que recuerda es que hay que bajar la basura. 

La alegre Buhardilla

Separata cultural      Edición conjunta  El noctambulo 12 de junio de 2.021 nº 82    Precio: 4 reales

 

ESQUINA OESTE: CINE

Por Julia Blanc-sec

“Sueños de una escritora en Nueva York”

 


Con un guion que incomprensiblemente parece un calco de  “El diablo se viste de Prada” esta película, estrenada en la Berlinale 2020 y basada en “Mi año con Salinger”, novela autobiográfica de la escritora estadounidense Joanna Rakoff, está dirigida por el canadiense Philippe Falardeau (”Profesor Lazahar”) y protagonizada por Sigourney Weaver (“Annie Hall”, “Gorilas en la niebla”, “Avatar”, “Alien”)  y la modelo y actriz Margaret Qualley (“Erase una vez en Hollywood”)

En el Nueva York de 1995, la estudiante Joanna Rakoff, que aspira a convertirse en escritora, deja a su novio y sus cursos en una universidad californiana para empezar a trabajar con una exigente agente literaria cuyo principal cliente es J.D. Salinger -autor de “El guardián entre el centeno”, un libro que han leído cientos de millones de jóvenes en todo el mundo- y entre sus cometidos está responder a las cartas que recibe de sus admiradores. Poco a poco Joanna se aparta de las directrices recibidas -consistentes en escribir dos líneas diciendo que Salinger no contesta a las cartas, y después destruir las misivas- y empieza a personalizar las respuestas, intentado meterse en la piel del escritor que lleva treinta años sin publicar y casi tantos recluido en una casa en el campo.

Lo mismo que “El diablo…” etc., relata las aspiraciones de una joven ayudante frente a la dura realidad de un oficio –el de asistente- que deja poco margen a la creatividad, aunque, a diferencia de aquella, la agente literaria es bastante menos excéntrica y maniquea que la directora de revista de modas que interpretaba Meryl Streep.

A pesar de las evidentes similitudes, son precisamente las diferencias lo que hacen que estemos hablando de una película que vale la pena ver, empezando por la forma en que está planteada la relación entre las dos mujeres, infinitamente más real y sincera: como hemos mencionado, ni la ayudante carece de ingenio e iniciativa ni la veterana agente, con más conchas que un galápago, es un personaje sin luces y sombras como todos los mortales.

Feminista, en el sentido de que las dos protagonistas parecen poder prescindir de los hombres, sentimental sin caer en la tentación de un romanticismo fácil, y moderna –pese a explicar las tradiciones del medio, no ignora el hecho de que en aquellos años las profesiones relacionadas con la literatura estaban cambiando radicalmente con la llegada de Internet- “Sueños de una escritora en Nueva York” se puede entender como un cuento sobre el aprendizaje y sobre esos momentos de la vida en que hay que adoptar decisiones que tendrán un peso en el futuro. 

El tráiler de “Sueños de una escritora en Nueva York” se puede ver en: https://www.youtube.com/watch?v=hc-AUHEmGC0

 

PARADA Y FONDA

EL BUEN VIVIR

MIS MAESTROS

                                                                                                             Por Luigi Palatino

 Ahora que al vejete del director le da por poner aforismos, con lo que El noctambulo se irá pareciendo cada vez más al antiguo Calendario Zaragozano, de lectura obligada para los antepasados de los pocos campesinos que van quedando, se me viene a la memoria aquello de “lo que no es tradición, es plagio”.  (Eugenio D’Ors.)

En italiano es “ciò che non è tradizione, è plagio"

Lo suelto y lo explico. La cocina es tradición. ¿Quién de los cocinillas actuales no ha dicho que sus croquetas están hechas con la receta de su abuela? En el futuro, si hay cocinillas-ejecutivos tendrán que decir que aplican las recetas del Burger de la esquina.

Resulta que, ante los fogones de mi trattoria, todos los días reflexiono, medito y me pongo a la tarea recordando juveniles lecturas de recetas antiguas. Mis preferidas son las del Renacimiento, opulentas y pretenciosas. En aquella época todo lo que corría, nadaba o volaba, terminaba en la cazuela. Y como el cocinero no sabía lo que podía pasar con la digestión, llenaba al bicho de verduras, frutas y floripondios, además de cocinarlo hasta conseguir un perfecto rigor mortis, o su calcinación extrema.

Mi abuelo Luigi, el de los bigotes rubios, me dejó leer en mi adolescencia el librote “Banchetti, composizione di vivande e apparecchio generale”, publicado como libro póstumo en 1549 y reimpreso varias veces hasta las primeras décadas del siglo XVII

El autor es un tal Christoforo da Messisburgo que vio la luz, o la lumbre del fogón, allá por los finales del siglo XV . Tuvo la buena idea de nacer en Ferrara, ciudad de la Romagna, y venía de una familia de Flandes

Desde sus primeros cocimientos de pasta al dente se observó que el zagal apuntaba maneras por lo que empezó de aprendiz en las cocinas del Palazzo Schifanoia.  de la linajuda familia de los Este. (Los Estensi)

El palacio se había terminado en 1385 a costa del peculio de Álvaro V de Este. Tenía el Palazzo ese nombre que parece de broma, pero que con mi natural amabilidad traduzco para mis clientes españoles: “che schiva la noia” o sea “que evita el aburrimiento”. Basándose en el nombre, hay historiadores que deducen que en el Palazzo no había televisores.



Pasta a pasta, Christoforito fue ascendiendo ayudado por su braguetazo con la noble dama Agnese di Giovanni Gioccolo, y tal vez el agradecimiento post-nupcial de Agnese le sirvió de empuje para ser nombrado Intendente de la Casa de Este. Se supone que él mismo evitó competidores dándoles a probar sus recetas de la que llamó nuova cucina.

En aquellos tiempos era difícil discernir entre un veneno oriental con hierbas destiladas de un pato relleno de ancas de rana, bayas y jengibre.

(Esta receta la extraje del citado libro e intenté realizarla añadiendo de mi cosecha unas onzas de chocolate. Se me fue la mano con el cacao y lo intenté arreglar con generosos chorro de wiski. Al final las ancas de rana nadaban en un caldo castaño en la barriga del ánade. Al sacristán de Socuéllamos, que se come hasta las piedras, le gustó muchísimo y mojo pan en el calducho.)

De intendente a maestro de ceremonias fue un paso más en su carrera. (La de Christoforo, no la del sacristán)

En el nuevo puesto se explayó organizando fastuosas fiestas que concluían siempre con abundantes comilonas. Se dedicó a desarrollar la logística necesaria para poder atender a tantos comilones y poder manejar tantos platos, y tantos camareros. De ahí el título de su libro, antes citado.

Fue de los primeros en aderezar los banquetes con músicas, e incluso intercalando comedias y bailes

Su citado libro, con ilustraciones, es un tratado de todo lo que se anuncia en el título. Dividido en tres partes, la introducción, el memorial de aparatos y el catalogo. En la introducción, Christoforo avisa de que no se ocupará ni perderá el tiempo “describiendo sopas de ortami y legumbres ya que son cosas viles”

El catálogo trata de diez cenas, tres “desinari” y una fiesta de las muchas que organizó. Describe los eventos con todo lujo de detalles añadiendo, para hacer boca, trescientas quince recetas que os aconsejo que tratéis con cuidado y precaución exquisita. Algunas de estas recetas necesitaban preparaciones y presentaciones muy elaboradas.

Christoforo, que firmaba como Sbugo, se dedicaba a escribir pergaminos larguísimos con recetas de todas las regiones de Italia, y de otros países también cristianos. Describía vajillas, artilugios cocinerillos, manteles y ornamentos de mesa. También explicaba la mejor manera de degollar y sangrar a los bichos, y si acaso a algún pinche poco espabilado. Fue un experto trinchador de bichos y, por difícil que fuese, los trinchaba sin tocarlos con los dedos, lo que en aquellos tiempos pretéritos al tenedor asombraba a los menestrales.

“Christoforo reelabora e inventa recetas, arregla y refina las populares, adaptando las extranjeras y exóticas”

Algunos investigadores le atribuyen las primeras cartas o menús, escritos para no perderse en los numerosos platos de un banquete. Tuvo dos problemas: eran tantos los platos que la carta era un cilindro o rollo de pergamino, antecedente del papel higiénico. El otro problema era que pocos de sus comensales sabían leer.  También se dedicó a inventarse patés de diferentes hechuras reciclando las sobras de los banquetes

Sus supervisores consecutivos fueron Alfonso I de Este y Hércules II de Este, los cuales invitaban a sus fantásticos guateques a todo rey y magnate que pasara por Ferrara. Uno de ellos fue nuestro emperador Carlos, que era primero en su casa y quinto en la casa de su familia política.  Carlos “bis”, que era un estomago agradecido y que intentaba tener la gota más gorda del imperio para fardar de ella en el Guinness, le nombró en 1533 Conde Palatino, con lo que sus descendientes varones tenían el honor de cargar en sus hombros la silla gestatoria del Papa de turno. Si el descendiente era del tercer genero, se encargaba de tocar el laúd en los banquetes

Cuando le hicieron Conde, decidió que ya había producido suficientes indigestiones y se retiró a su estancia en el Palazzo,  carente de wifi. Murió el 10 de noviembre de 1548 y fue enterrado en un sarcófago de mármol, con la forma de un bandejón con tapa, en la iglesia del monasterio de San Antonio de Polesine. Por si alguien se atreve, ahí va una receta del año 1533 made in Christoforo, la más parecida que he encontrado a alguna de nuestros anoréxicos tiempos:

 Pollo a la naranja

Limpiar el pollo y cortar en trozos grandes que permitan comer con las manos. Enharinar con una mezcla de harina, sal y pimienta, en una sartén con tapa y con mucho aceite dorar los trozos durante veinte minutos, destapar y otros diez minutos.  Se reservan los trozos que se dejan reposar envueltos en una hoja de papel de estraza. Se retira parte del aceite al que añadimos puñados de harina, pimienta, sal y hierbas.  Después, un poco de zumo de naranja y llevamos a ebullición.

Servir el pollo sobre la mesa espolvoreada con la salsa obtenida, (sic)

Mi opinión es que no la llaméis salsa sino engrudo

 

RINCONCITO DEL BEBERCIO

Por CLOVIS FROMAGE

 

 Levantadas las restricciones, llega el momento de invitar a los amigos y familia y sentar en una mesa hasta ocho bebedores.

He intentado informarme de las costumbres y protocolos españoles relativos a la ingesta de alcoholes en general y de vinos en particular.

Pregunté a los colaboradores, aunque amigos. Lewis dijo que, en Escocia, cuando se bebe no se habla salvo si estás en un pub, pero hablas poco. Luigi me dice que desde que está en España bebe el vino de Valdepeñas en porrón, y en verano en botijo. Arcadio previamente somete el vino a análisis para determinar su grado de sulfitos.

Juan es el único que me aporta algunas ideas y me presta algunos libros como “La urbanidad cristiana del niño Juanito”, y “Las buenas maneras sociales” editado por la Sección Femenina en su día. Ninguno de ellos me ayuda. El Juanito no bebe vino y las mozas se dedican a relatar el orden de colocación en la mesa de las copas para las distintas bebidas. Por supuesto no ponen copa para el champagne francés, pero si para la sidra patriótica de El Gaitero

En vista de ello busco referencias entre los libros de Juan. Encuentro uno moderno y otro antiguo. El antiguo es “Manual de Urbanidad y buenas maneras” de Manuel Antonio Carreño, 1898, y el moderno es el “Tratado de las buenas maneras” de Alfonso Ussía

Los hojeo y no encuentro lo que busco, que es un protocolo para las invitaciones con vino. Lo redacto a mi manera, aunque recomiendo a los lectores que de vez en cuando es bueno ponerse al corriente de las buenas maneras por lo que es conveniente que los lean.

 Protocolo:

En todas las invitaciones hay dos momentos, el aperitivo y el almuerzo.

En el aperitivo el camarero preguntará que apetece para beber y recibirá ocho contestaciones distintas, entre ellas las de un desaborido que pedirá una Coca Cola para maridar con las gambas y el jamón

En el almuerzo hay que tomar la iniciativa y preguntar a los comensales si blanco, o tinto. La mayoría simple gana. 

Si es blanco, preguntar a los ignorantes si dulce, afrutado o seco. Resistir estoicamente la contestación de dulce. Si la mayoría ha dicho
tinto, se acabaron las preguntas y el que invita decide. Si el restaurante es de calidad, encargar el tinto de la casa. Si el restaurante no os inspira confianza, pedir la carta de vinos y para no pillaros los dedos escoger por la columna de la derecha que es la de los precios. 
Si queréis ser más exquisitos y el tinto preferido es Rioja, elegir un Rioja Alta reserva y seguro que acertáis. Si os dicen que mejor un Ribera del Duero, poneos en manos del sumiller para un buen crianza. La frontera en los Ribera es la crianza. Podéis lamentar amargamente, en vuestro bolsillo, que os metan un reserva, todos excelentes pero altos de precios, y además os exponéis a que el sibarita que pidió Coca cola en el aperitivo la mezcle con el vino.

 

Vino recomendado en este numero:

 




 




ESQUINA SUR: MÚSICA

Por Julia Blanc-Sec

Chrissie Hynde canta a Bob Dylan

 

Líder y fundadora del grupo The Pretenders, Chrissie Hynde y el guitarrista James Walbourne han grabado un álbum-homenaje a Bob Dylan en su 80 cumpleaños, con nueve de las canciones que más les gustan del único cantautor que es Premio Nobel de Literatura (2016) y que fue uno de los emblemas de la canción-protesta de los años 1960/70. 

 


Portada de “Standing in the Doorway”

 Titulado « Standing in the Doorway », el álbum es el producto de un año de confinamiento y de una devoción de varias décadas. En efecto, no es la primera vez que Chrissie Hynde se encuentra con la obra de  Bob Dylan : en 1984, en el estadio londinense de Wembley, cantaron juntos « It’s All Over Now, Baby Blue » y en 1991, en el concierto organizado por su treinta cumpleaños, le dedicó una versión góspel de “I  Shall Be  Released”. Además, en sus giras en solitario, Chrissie Hynde ha incluido la canción « Property of Jesús » y en el repertorio del grupo The Pretenders figura « Forever Young », una de las favoritas de la cantante de Ohio, que en otoño cumplirá 70 años. 

Los singles « MurderMostFoul » y « I Contain Multitudes » (un título sacado del poema de Walth Whitman « Song of Miself »), dos temas que Dylan publicó en 2020 como adelanto del álbum « Rough and Rowdy Ways », recordaron a Chrissie Hynde la influencia que las canciones de Dylan ejercieron sobre ella en los comienzos de su carrera,  decidió hurgar en su repertorio y ofrecer al guitarrista principal de los Pretenders, James Walbourne, que le acompañara en la realización de « unos cuantos vídeos YouTube”, igual que han hecho muchos otros músicos de todo el mundo en este año de reclusión.

En lugar de hacer versiones de los temas más populares de Dylan, el dúo  ha optado por canciones grabadas en los años 1980, como “Sweetheart Like You”, un tema con una letra un tanto machista (“You knowawomanlike you should be at home” (Sabes que una mujer como tu debería estar en casa…), del LP “Infidels” editado en 1983, “Don’tFall Aparto on Me Tonight”,  “You’re a BogGorl Now”, “Staning in the Dooeway” o “BlindWillieMcTell”, que es el corte que más ha gustado a los muy entendidos redactores de la revista Rolling Stone, quienes en su reseña del álbum recuerdan que Pretenders son unos músicos que siempre hicieron versiones de sus temas preferidos de otros autores,  y que este álbum del dúo Hynde-Walbourne es un agradable reencuentro con una parte menos obvia de la obra de Dylan.

Para coleccionistas, existe también una versión en vinilo.



Copia  este enlace para escuchar el disco de Chrissie Hynde:

https://youtu.be/oFGugYh6jwY?list=PLJNbijG2M7OyU7lZWq69NvvsKt4qYpaZs

 

 EL ÁTICO 

 

Por Aloisio Vásquez de Ras

Jovenzuelo Aloisio:

Soy maestro de escuela y odio que me llamen como en los clásicos, “el maestro ciruelo”

Uno de mis mozalbetes me puso engrudo en la silla, impidiéndome hacer las sentadillas de costumbre.

Descubierto el culpable, le llevé de una oreja ante el director de la fábrica de mastuerzos.

El director le afeó su malicia y propuso un castigo de varios azotes en las nalgas.

Sus compañeros se arrebataron y, con actos de violencia contra las papeleras y el encerado, me hicieron aplazar el castigo

Ahora resulta que el director se vuelve blandengue y para que le dejen seguir en su puesto me manda una notita diciendo que de azotes nada, y que retribuya al mozalbete con una buena nota en conducta.

¿Verdad Aloisio que así no vamos a ninguna parte?

Demóstenes Ciruela

 


Antes de nada, ¿usted es ciruelo o ciruela?

Lo del engrudo estuvo mal y deseo de corazón que no hayan sufrido sus nalga, que es lo que importa

No me parece bien lo de los azotes. Se empieza por azotitos y se acaba inmerso en el sadismo.

Por supuesto que su director no es un hombre consecuente y con esos vaivenes no les lucirá mucho el pelo a sus subalternos

Al mozalbete castíguele con su indiferencia más fría y no permita que en el aula se hable más del tema.

Póngase unos pantalones que protejan sus nalgas, lo que es muy conveniente en estos tiempos en que vivimos, y me ofrezco a recomendarle los más adecuados, según mi experiencia.

Acabo porque últimamente, más que un ático esto parece el consultorio de la Helena Francis

La foto de carnet que me envía con su misiva, supongo que es posterior al episodio del engrudo en sus nobles posaderas


ESQUINA ESTE: CIENCIA Y TECNICA

 

Por Prof. Arcadio Funset

En Dubái, cargar las nubes de electricidad para provocar lluvia

El proyecto fue financiado por los Emiratos Árabes Unidos y pronto se probará en Dubái

 

(Imagen de Kent-tupas, unsplash)

 En estos tiempos de absentismo del bebercio, hablar de sequedades y desiertos me provoca más apetencia, casi al límite de la adición o del mono. Como la obligación manda, me pongo a la tarea de explicar el invento para mojar chilabas y tener lluvia como en los Monegros de Aragón. Unos poquísimos diez m.c. de lluvia al año bisiesto. Por lo que los dueños del petróleo necesitan el agua dulce como lluvia de esperanza o de mayo y como les sale el dinero por las orejas, bajo el turbante, se han dedicado a fichar por todo el mundo a ingeniosos chupa charcos, y demás técnicos pasados por agua.

Puestos a pensar, a unos estudiosos se les ocurrió en 2017 una catapulta para lanzar drones que suban cargas eléctricas hasta las escasas nubes. Eran los más inteligentes de un equipo inglés de la Universidad de Reading, y habían hecho un master en artilugios romanos.

Quieren probarlo en Dubái,  para salir de dudas y comprobar si esta tecnología puede verdaderamente servir para algo útil potenciando, además,  la idea de la regadera hidráulica. Es tan simple como el mecanismo de ese cacharro de jardinería: al cargar de electricidad las gotitas que forman las nubes, los científicos creen que hay más posibilidades de causar lluvia.

Así lo explica la lista del equipo de investigación, Keri Nicoll,  entrevistada por los de la CNN que pasaban por el desierto.

Al estudiar el comportamiento de las nubes, su equipo descubrió que las gotas de humedad son más propensas a aparearse y formar gotas de lluvia reales, cuando se las estimula con una descarga eléctrica. Keri Nicoll, como buena y ambiciosa investigadora que es, prefiere las gotas gordas, lo más grandes posibles.

El misterio se explica porque las nubes en Dubái, para no tropezarse con la monstruosidad de los rascacielos, suben lo más alto que pueden y si caen en forma de lluvia, y son pequeñitas y anoréxicas, se evaporan antes de llegar al suelo que además está calentorro.

 "Tratamos de crear gotitas que sean lo suficientemente grandes como para que sobrevivan hasta el suelo", resume la tal Keri.

El equipo británico construyó en la Universidad de Bath cuatro pequeñas máquinas de unos cuatro metros cuadrados cada una. Si se avistan nubes se lanzan con la catapulta hacia ellas. El que lleguen es otro tema. Un piloto subido a la fuerza a la punta del edificio Burj Khalifa, dirige con una PlayStation el vuelo automático durante los cuarenta minutos que dura. Cada aparatejo es en realidad un dron equipado con sensores para medir la temperatura y la humedad, y por supuesto provisto de emisores de electricidad. Para este tema los científicos recibieron un presupuesto de 1,5 millones de dólares durante tres años, financiado por el Programa de Investigación para la Mejora de la Lluvia de los Emiratos Árabes Unidos, que el Ministerio de Agua y Camellos tiene encomendado. Los Emiratos llevan tiempo dando vueltas a intentar conocer las propiedades de las nubes. Están empeñados en medirlas, aunque debe ser difícil dado su carácter evanescente. Parece ser que cuentan con el asesoramiento del hombre del tiempo de la TV Antena 3

Sorprendentemente en Finlandia, donde tienen agua para dar y tomar, como se aburren como renos- en España nos aburrimos como ovejas- se han dedicado también al tema y han probado a hacer llover, igual que lo ingleses que con el Brexit temen quedarse sin agua.

Debido a la pandemia, Keri y sus muchachos han estado en cuarentena en el desierto. Una vez que termine volverán a sus húmedos trabajos.

En mi juventud llegué a ver a labriegos españoles disparando cohetes a las nubes para reventarlas a lo bestia. También los vi sacar en procesión la imagen del santo patrón y, si después del recorrido no llovía arrojarla desde el puente al cauce seco del rio de la localidad. Como entonces leía mucho, me enteré de que, desde las fortalezas volantes, que todavía funcionaban después de la guerra mundial, se espolvoreaban las nubes con cristales de yoduro de plata para animarlas en forma asaz diurética. Para deprimirnos, los científicos nos dicen que, en 2025, cuando el director orille los noventa, no habrá agua suficiente para la población mundial. (El director, de natural optimista, piensa que algo quedará para hacer los cubitos de hielo)


DESTELLOS DE MI MUNDO

Por Marta Díaz


(Foto de Marta Díaz)

 

CALABACINES

Me dice mi hermano que la planta de los calabacines florece con dos flores.

Una gorda es macho, la otra fina es hembra.

Una abeja las pondrá en contacto

Para crecer los calabacines necesitan mucha agua

Son plantas, seres queridos y vivos

EL VERANO

Ya queda poco para cambiar de estación y empiezan a darnos los rayos del sol, o sea el calor.

Sacar las ropas de verano y restaurar los armarios.

Nos olvidamos los abrigos y nos ponernos otras cosas frescales.

Puede llover también, podemos irnos de vacaciones y aunque nos quedemos en nuestras casas también son vacaciones

¡Lo que está cayendo con la pandemia!

IGUALDAD

Es feo lo de meterse con los demás y llamarles de todo.

No viene para nada.

Los justo y necesario es que estemos bien con lo que nos rodea por el mundo

La igualdad es defender el derecho de la igualdad.

Podemos hacer las mismas cosas y que sea igual y justo para todo el mundo

 

Leyendas Urbanas

El señor director, con quien coincidí tocando con el codo el manubrio de un organillo castizo en la calle de Lavapiés durante las recientes fiestas de San Isidro, me manifestó mientras empinaba consecutivos chupitos de cazall, mojados en rosquillas de las tontas y de las listas, que dudaba mucho de mi capacidad de seguir contando leyendas hasta el deseado número cien.

Parece ser que el buen hombre se dedica a ignorar a los galenos, y que la cazalla le nubla el entendimiento. Se lo refresqué diciéndole que el filón de las leyendas es inagotable. Puedo hablar de Favila y el oso, de las enaguas de la reina Isabel, de la bofetada a Carlomarde….

Tengo otros manantiales inagotables, la Mitología griega y la Biblia tratada con respeto. (Hay un filón con lo de la serpiente parlanchina y otras curiosidades.)

Puedo utilizar las actas del Congreso de los Diputados, y tantas cosas más o menos creíbles relacionadas con la política actual. Marelvis me ha transmitido leyendas venezolanas y del virreinato de Nueva Granada. Tengo leyendas para dar y tomar. Puedo utilizar las explicaciones científicas de la revista LIFE, ya fenecida, y las consejas de un librito de mi hermana relatando leyendas segovianas

Entre ellas, la del demonio haciendo horas extraordinarias para acabar el acueducto en las horas valle nocturnas, y cobrándose con el fichaje de un alma cándida. Hizo lo mismo que lo que hacen ahora los agentes futbolísticos, aunque estos no construyen acueductos en horas no laborables, ni en las otras

El matritense castizo

 

AL DIRECTOR QUE LE DEN

 

 

Señora Inés, usted que es diputada, con perdón, a ver si nos puede echar una manita. Mire, un servidor y mis compadres, Remigio y Arnulfo, formamos el equipo de bolos de nuestro pueblo, Villasecano del Caudillo, y tenemos que participar en un torneo Inter comunidades, representando a la nuestra. El caso es que el Remigio tiene una tos mala y el Arnulfo algunos sudores fríos, por lo que nos da en el caletre que se pueden haber contagiado con ese virus chino del que hay tanto en la capital. Quisiéramos que nos vacunaran, aunque todavía no nos han sorteado para la mili, y no tenemos edad. La inyección nos da lo mismo, la Fpicha, la Astracana o la Jenny. Si nos da alguna malicia ya la curaremos con tintorro y ajos.

Hemos visto que van a vacunar a los señoritos del futbol y nosotros no queremos ser menos, ya que el señor alcalde dice que todos somos iguales

Isidro, el mellizo

Señor Juan Quintín:

Como debemos ser de la misma quinta me entenderá. Miré, yo la ortografía la aprendí leyendo. Maldita falta me hacían las normas. Actualmente me rechinan los oídos cuando oigo el maltrato continuado y hasta soez de nuestro idioma. Debido a mi congénita comprensión de todo omito, aunque me estremezco, cuando oigo a una señora en televisión, presentarse como “portavoza”.

La ignorancia se disculpa, pero no se perdona cuando se insiste en el error.

La palabra portavoz es epicena. O sea, no tiene género. Al decirla, si anteponemos “el” o “la” ya definimos el mismo. Por otra parte, es una palabra compuesta, Porta y voz. “Porta” es llevar y “voz” es voz y nunca hemos dicho “voza”

Señor Juan, ¡Qué tiempos tan ignotos, nos ha tocado vivir!

Eurípides de Marsillar 

 

GALERIA DEL SOUVENIR

Marta Diaz nos ve, a la Redacción,  de esta manera

 

 

El árbol prisionero en espera de indulto

 


 

 

 

 

Moisés y Aaron recriminando a nuestro director por no haber puesto su foto en el numero 81

 










Señales de aparcamiento para bizcos (Idea y foto de Marta Diaz)

 



Creo que es el Volga pero no veo a los remeros. O se han ahogado o están en las rocas


 

 

 

 

 

 

A través de la sinfonía de tejados llegamos a la catedral 






Anunciando la próxima salida del número 83




 

El noctámbulo, nº 82 /5ª Época /12 de junio de 2021                                                                                       Página 15

Cumpliendo la reglamentación vigente, señalamos que el Propietario y director de El noctámbulo y de Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso, español.                                                                        luisdiazgarrido1@gmail.com