El noctámbulo
Informativo
amplio Edición Jueves Hoy 29 de Marzo de 2.018 nº 19 Precio:
1 real
Disculpas del
Director
En
consideración a nuestros escasos lectores pido disculpas por no haber editado
el domingo 25 de marzo, tal como estaba planificado.
Se
ha mantenido la gripe de las rotativas, coincidiendo con unas ligeras
incidencias en el motor de las mismas.
Reanudamos
este jueves, e intentaremos mantener el ritmo, venciendo las dificultades de la
pereza congénita de las vacaciones de esta semana.
SUMARIO
1.
TESTIMONIO DE VIDA: Down, por Juan Quintín
2.
MUNDO ABIERTO: Honduras, por Marelbis Orellana
3.
ESQUINA OESTE CINE: , por
Julia Blanc-sec
4.
ESQUINA ESTE CIENCIA: , por Arcadio Funset
TESTIMONIO DE VIDA
SINDROME
DE DOWN
Por
Juan Quintín
El doctor entró en la sala de espera de la
Clínica Nuestra Señora de Lourdes. Era un hombre apuesto, delgado, alto, con el
pelo totalmente encanecido pese a su temprana madurez. Tenía una excelente
reputación y se hablaba de que en esa misma Clínica había asistido a Doña Sofía
en sus partos.
Se dirigió hacia el hombre que esperaba
impaciente.
-
Juan,
tranquilo, todo ha ido bien. Es una niña. He realizado una cesárea. La madre y
la niña bien, pero debo decirte algo doloroso. La niña es Down
-
¿Qué
supone? Dime Carlos, ¿vivirá? ¿Es grave?
-
Retraso
mental y físico. Puede vivir muchos años con limitaciones. No observo ninguna
anomalía o síntoma adicional pero debes ir a un especialista para que realice
un reconocimiento completo.
-
¿Se
podría haber detectado durante el embarazo?
- Si,
haciendo un análisis del líquido amniótico, pero conlleva riesgos y nada hacía
sospechar. El embarazo fue normal. Yo mismo he sido el primer sorprendido. Te
pido ánimo y entereza.
-
Gracias,
Carlos
Juan entró en la habitación donde esperaba
su mujer que ya conocía la situación. Se abrazaron y así permanecieron sin casi
cambiar palabras. (¿sin cambiar palabras o manteniendo el siguiente diálogo? Yo
creo que esa frase debería terminar en abrazaron y punto)
-
¿Has
visto a la niña? Vamos a llamarla Marta como su tía
- Está
bien. Ya habíamos hablado del nombre si era niña. Aún no la he visto. Ahora iré
al nido y preguntaré cuando te la traen.
-
Tienes
que ver como se lo dices a sus hermanos, demasiados pequeños para entenderlo, y
a sus dos abuelas.
-
No
te preocupes. Lo entenderán.
Juan salió de la habitación para hablar con
el pediatra del Servicio Médico del Colegio de Ingenieros al que había citado,
lo mismo que hizo cuando nacieron sus
dos hijos anteriores. Ya estaba enterado.
-
Doctor,
por favor dígame todo lo que tengamos que saber sobre la situación de nuestra
hija
-
No
hay mucho que decir. Su desarrollo será lento y poco se puede hacer.
-
Pero
habrá soluciones…
-
Ninguna
solución. Con mucho esfuerzo podrá conseguir que se abroche sola los zapatos a
los 16 años
-
Pues
mire, doctor, si lo hace a los 10 será un gran triunfo para todos. Creo que
necesitaré una persona más identificada con lo que pienso hacer. No creo que
nos volvamos a ver.
Posteriormente, Juan se encontró con muchas
reacciones parecidas a la de este entusiasta profesional. Hubo personas que le
dijeron que podría ser castigo de Dios, otras que siendo su madre tan joven lo mejor era dejar
a la niña cuanto antes en un asilo o institución parecida. El último de la
lista, muchos años después, fue un Presidente de Empresa que haciéndose el
psicoanalista le dijo a Juan que su problema personal era su sentimiento de
culpabilidad por su hija.
La primera vez que Juan vio a Marta, le
pareció que se habían equivocado, la imagen era la de una bebé guapa y
saludable.
Por indicación médica se hicieron análisis
citogenéticos que confirmaron que Marta tenía una anomalía definida como
Trisomía en el cromosoma 21.
Esta anomalía se produce en el primer
momento y en el momento inicial de la partición celular. No se conocen las
causas y no se puede achacar a ninguna situación o circunstancia sobrevenida.
Algunos estudios señalan una cierta predisposición con la edad de la madre,
pero este no era el caso ni mucho menos.
Luisa y Juan decidieron acudir a un pediatra
de prestigio, el doctor Abarca, cuya consulta estaba en un piso de las Torres
Blancas, edificio singular de diseño totalmente circular en todos sus
apartamentos. A los hermanos de Marta
les encantó el cambio de pediatra, ya que en la consulta había fotografías de
cacerías africanas y bichos disecados.
Marta empezó a tomar Dromia, un específico
especial para favorecer su desarrollo.
Luisa y Marta comenzaron a viajar a
Barcelona al principio cada mes y, en años
posteriores, en visitas periódicas bimensuales, y al final semestrales. En la
Clínica del doctor Viñals encontraron apoyo y consejo, un plan de actuaciones y
actividades. La recomendación de contratar una monitora preparada en la misma
clínica produjo muy buenos resultados en el aprendizaje y desarrollo de Marta,
tanto en el aspecto físico como mental.
Tuvo monitoras hasta los 16 años. Todas
ellas entregadas a su labor y altamente capacitadas.
En
aquellos años, el tema de los niños diferentes no se contemplaba. No había una
“cultura”, incluso en un colegio al que
empezó a ir Marta, perteneciente a una orden religiosa, la “aparcaban” en la
última fila y no recibía atención de la profesora dedicada a las niñas “normales”.
Costó trabajo que Marta pudiera comer con
normalidad y empezó a caminar sola después de un año. Pero eran resultados que
se conseguían día a día y de forma continua
Juan, al revivir todos estos hechos, piensa
que pueden servir para ayudar a otros padres en las mismas condiciones. Hoy
existe una conciencia social sobre el tema de la discapacidad que hace unos
años no había.
Juan aprovechó su puesto de trabajo, que le
obligaba a viajar a los distintos centros de trabajo de su Empresa, para
realizar un censo de casos de trabajadores con hijos diferentes.
Fue una experiencia esclarecedora y a veces
terrible ya que había padres resignados, que habían abandonado la esperanza de
conseguir una mejora de vida de sus hijos. La carencia de recursos para
conseguir ayudas especializadas y médicas no cubiertas por la Seguridad Social
de aquellos tiempos eran obstáculos para mejorar situaciones.
Juan habló con la Dirección general de
ASLAND y, comprendiendo el problema, se creó un fondo de ayuda para los 43 padres censados. Este Fondo,
dotado con enorme generosidad y
gestionado posteriormente por el Comité de Empresa, existe aún y sigue siendo
una ayuda que complementa la de los organismos y Asociaciones que con el
desarrollo de la conciencia social se han ido creando.
Hoy Marta, en el Día Mundial del Síndrome de Down, tiene un contrato indefinido con
una multinacional para trabajar en temas sencillos de secretaría y
administración, toca el piano recibiendo clases semanales y practicando en su
tiempo libre, es voluntaria de la Cruz Roja para ayudar en una residencia de
ancianos, ha participado en conferencias narrando sus experiencias y vivencias
y, tres días a la semana, acude a cursos de formación relacionados con su
futuro, para cuando Luisa y Juan no puedan ocuparse de ella. Es independiente
con criterio propio, tiene un gran sentido del humor y es hincha del Real
Madrid.
Este TESTIMONIO DE VIDA está dedicado a los
padres actuales y a los futuros padres de
niños diferentes, y su objetivo es la esperanza. Esperanza de que todo se puede
conseguir, en cualquier circunstancia, por muy dura que sea. El premio es el
cariño que se recibe a cambio y las experiencias vitales y maravillosas qu, en
el trato diario, se comparte con ellos.
MUNDO
ABIERTO
HONDURAS:
UN SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD IV
Por
Marelvis Orellana
Con esta columna termino mi
primera experiencia en Honduras. Casi 20 años después volví acompañando a otra
misión industrial.
En esta primera misión,
actuando como responsable de la faceta humana del Proyecto, tuve que encargarme
de los problemas que se producían con la llegada de técnicos españoles y la
formación de técnicos hondureños.
Trabajaba conjuntamente con el
responsable del Proyecto, un ingeniero español al que ya había conocido en
otras circunstancias. Un hombre maduro, calvo y de envergadura media. Muy serio
por fuera y muy cachondo por dentro.
También trabajaba con el
responsable japonés de la ejecución del Proyecto. Este caballero podía
escenificar la figura de un samurái. Delgado, enjuto con facciones nobles. Es
curioso como en cualquier raza o grupo étnico las clases superiores suelen
tener rasgos distintos, tal vez por ancestros bien cuidados, bien alimentados y
bien lavados. Sorprendía por las mañanas oliendo a incienso, sin duda impregnado
en sus oraciones matinales.
En una cena que nos ofreció,
sorprendió sorbiendo literalmente un gran vaso de cristal lleno de cuerpos de
ostras y bendecido con salsa de tomate.
Le faltó mojar pan.
De los japoneses no tuve que
ocuparme. Su empresa, KAWASAKI, había previsto todo y se habían traído desde
Japón hasta las bicicletas.
Los españoles eran otra cosa.
Venidos desde la parte profunda de España, se quedaban boquiabiertos ante la
exuberancia de árboles y animales. Enseguida hicieron buenas migas con los
hondureños, y sobre todo con las hondureñas.
Trabajaban como posesos sin
importarles horarios ni jornadas, y les gustaba lo que hacían.
En su mayoría procedían de una
misma fábrica española, donde era director el mismo director del Proyecto. Me contaban
que este hombrecito, lleno de buena fe,
había celebrado un almuerzo con todas las esposas de los que allí estaban. Se
celebró en la residencia de la fábrica y en el transcurso explicó cómo se vivía
en Honduras, en general, y como lo
hacían sus hombres en particular.
Ocurrió que una de las
presentes conocía detalles de cómo llevaba la ausencia su pareja, y por extensión
las de otros compañeros, lo que motivó que cada una sacará a relucir las
informaciones que tenía y aquello acabó malísimamente, ante el asombro del
director, único hombre entre veintitantas mujeres
La conclusión fue que todas
ellas exigieron ir a Honduras para vigilar a sus maridos.
Mi trabajo se complicó porque
tuve que encargarme de cosas tan diversas como buscar coches para niños
pequeños, ortodentistas, asistentas y todo lo que supone tener que atender las necesidades de las
familias desplazadas
Un químico se casó con una
jovencísima hondureña. De retorno la llevó a España, pero el cambio fue muy
brusco y me dijeron que no llevaba bien la sequedad castellana, tanto de
paisaje como de trato. Al cabo del tiempo, el químico falleció y ella volvió a
Honduras.
Otro tuvo una aventura
prolongada con una mujer casada. Una noche, cenando con él y el director, nos
sorprendió el marido que intentó lavar
su honor a golpes de disparos, sin consecuencias graves.
Como demostración de lo bien
que hice la selección y formación del nuevo personal, tengo que acusarme de la
elección del que iba a ser jefe de seguridad.
Una vez elegido, salimos con
él y otros compañeros a tomar una cerveza en un local de Comayagua. Con
nosotros venía un ingeniero de la empresa colaboradora de ingeniería que
arrastraba una tragedia familiar, en una misión anterior sus dos hijas pequeñas
habían muerto por una descarga eléctrica en una lavadora mal aislada.
En un momento determinado, en
el calor de una tonta discusión, el jefe de seguridad sacó un revólver, quitó
todas las balas menos una, hizo rodar el cargador y colocándolo en la sien del
español hizo clik sin que ocurriese nada más grave que el susto.
No cabe duda de que el jefe de
seguridad tuvo el empleo más efímero que se recuerda.
La alegre
Buhardilla
Separata cultural Edicion conjunta El noctambulo de Hoy 29 de Marzo de 2.018 nº 19 Precio: 1 real
ESQUINA
OESTE: CINE
Por
Julie Blanc-sec
“La casa junto al mar” de Robert Guédiguian, un
regreso a las raíces
Para los dos
hermanos, es un regreso a las fuentes, el momento de rememorar una infancia
lejana en un lugar que fue paraíso de convivencia y ahora está reservado a las
escasas familias acomodadas que solo acuden en vacaciones. Para Angèle (Ariane
Ascaride), la mujer, en cambio, que regresa como una consumada y reconocida
actriz, es el contacto con una realidad que ha querido olvidar, un drama
ocurrido hace mucho tiempo que le ha impedido volver antes.
El cuarto
personaje, la encantadora Anaïs Demoustier, es la novia “demasiado joven” de
Joseph (Jean-Pierre Darroussin). Precisamente es en el choque entre estas dos
franjas de edad, “dos mundos opuestos”, donde falla la película, que convierte
la situación en una caricatura: ”de un lado la generación de la posguerra,
educada en los ideales de libertad y fraternidad, y de otro sus herederos muy a
gusto en el universo consumista del poder y el dinero”. (Otra historia de amor
“inútil”, entre la mujer madura y un joven pescador, sobra en el relato).
Como es habitual en las historias “de familia”, se
entrecruzan sentimientos de fidelidad y desilusión, depresión y rabia, arreglos
de cuentas y ternura, explicados por los numerosos flashbacks de la juventud de los protagonistas,
que nos recuerdan que el tiempo pasa y el mundo es un movimiento continuo.
Hasta que el
drama familiar se amplía con un punto de melodrama y se convierte en
emocionante discurso político marcado por el encuentro de los protagonistas con
tres niños –también dos varones y una chica-, emigrantes clandestinos
escondidos entre unos matorrales, supervivientes de una patera hundida. Un
“incidente” que consigue que los tres hermanos vuelvan a ser la piña que fueron
en sus mejores años y se vuelquen en proteger a los pequeños, convirtiendo la
película en un relato de esperanza, y recuperando la utopía.
ESQUINA
ESTE: CIENCIA
Por el doctor Arcadio Funset
Como
se prometió en un número anterior, y en memoria de Stephen Hawking, me permito
acometer desde mi modestia científica una aproximación a lo que supone la obra
de este excepcional personaje.
Aquí,
en una forma altamente simplificada (que los físicos me perdonen), sus cinco
principales contribuciones a la idea moderna del Cosmos.
Como
el tema es muy denso, vamos a irlas dosificando, publicando en sucesivas
apariciones de esta columna las cinco contribuciones.
1 - El
crecimiento de la superficie de un agujero negro
En
su libro Breve historia de los tiempos,
recuerda Stephen Hawking que una noche
de noviembre de 1970 se fue a la cama convencido de su incapacidad para poder
describir de forma sencilla el concepto de agujero negro. Piensa que va a ser
una ardua tarea, pero tiene tiempo para pensarlo. Se vuelca en ello, en los
fenómenos que ocurren en el horizonte inmaterial que marca los límites del agujero
negro. Llega a una conclusión curiosa. Si
dos agujeros negros enfrentados antes se funden para formar uno más, el
horizonte de la superficie final del agujero sería mayor que la suma de las
superficies de los agujeros negros originales. Esta propiedad de no crecer
limita severamente el posible comportamiento de un agujero negro. Estaba tan
emocionado por este descubrimiento que dormí poco esa noche. Al día siguiente
llamé a Roger Penrose
Si
la superficie de un agujero negro sólo puede crecer, este comportamiento evoca
una cantidad física que se comporta de la misma manera: la entropía, que
describe el desorden de un sistema, y la segunda ley de la termodinámica dice
que sólo puede crecer en un sistema aislado. Pero la reconciliación parece
inicialmente problemática. Si un agujero negro está rodeado por gas que le rodea
en parte, también absorbe la entropía del gas. Sin embargo, la segunda ley de
la termodinámica implica que no puede disminuir la entropía total del sistema
de gas-agujero negro. No se viola esta ley si la superficie del horizonte del
evento es una medida de la entropía del agujero negro. Pues, en efecto, aumenta
con la absorción de este gas. Un sistema físico que aplica la entropía también
tiene una temperatura, y si tiene temperatura emite radiación. Pero en ese momento, los agujeros negros no hacen
nada. .
Nuestro
interés es resaltar la categoría humana de un hombre que hasta en la cama
piensa en estos arduos problemas y, lo que es excepcional, los resuelve y logra
difundir su solución de una forma asequible para todos.
Fuente: Jean-LucGoudet
Journaliste Futura Science
Cumpliendo la reglamentación vigente,
señalamos que el Propietario y Director de El noctámbulo y de Posada Literaria es el señor don Luis
Díaz Garrido, mayor de edad en exceso, español. proisa@digimedia.es
Después de la gripe y los males de los motores, tengo que de verdad felicitar al director por el excelente trabajo de sus colaboradores. Todos los artículos de este número me han gustado, en especial el de Juan Quintín por su testimonio de vida. Me ha impresionado el duro trabajo de Marta y el de toda su familia para ver hoy los resultados y progresos. Felicitaciones!
ResponderEliminarLo de Honduras muy simpático y lo de CIENCIA con los agujeros negros, muy interesante.
Estaré a la espera de próximos números.