domingo, 4 de marzo de 2018

El Noctámbulo nº 13 04.03.2018

El noctámbulo
Informativo amplio              Edición diaria.  Hoy 04 de Marzo de 2.018    nº 13           Precio: 1 real


Editorial de Apertura

En una viñeta de El Roto (EL PAIS, 02.03.18), un hombre dice a un adolescente


-El futuro ya fue. Te lo perdiste, chico



TESTIMONIO DE VIDA

LA NIÑEZ PREOCUPADA  IV

Por Juan Quintín

La casa donde nací formaba la espalda del Palacio de Santa Cruz. Nos expropiaron pese al historial de cautivo de mi padre y nos tuvimos que ir provisionalmente a un piso casi esquina al Paseo de Prado´
El Ministerio de Asuntos Exteriores aprovechó el edificio estilo Renacimiento cambiando la fachada para dar una homogeneidad al conjunto. En la fachada renovada dejó un hueco para un balcón de estilo. Es un balcón noble, que supongo debe dar luz a un despacho importante. Por su situación, deduzco que debe abrirse en la misma habitación en que nací, lo cual me hace fardar de cuna en la alta Administración.
Debí haber tenido derecho a entrar en el funcionariado, lo mismo que el que nace en un avión o en un barco adquiere la nacionalidad del país propiedad de la nave.

Mi padre dejó atrás su despacho, que recuerdo era art decó con las  figuras  casi de tamaño natural de una pareja de negros, librería acristalada y lámparas de cristales de colores. Se llevó consigo el mobiliario, en su mesa de amplitud extraordinaria con un cristal como tablero superior he trabajado durante muchos años, ya que me ha acompañado en diversas mudanzas. En la librería guardo innumerables papeles a causa de mi tendencia al síndrome de Diógenes.

La casa nueva tenía un pasillo de 30 metros como columna dorsal con habitaciones a un lado.

 La parte noble de la nueva casa, un cuarto piso,  era un salón y un despacho con tres balcones. Perpendicularmente a estas habitaciones se abría el pasillo. Al final, una cocina con fogón de carbón sobre la que gravitaba un depósito de agua que se calentaba con el hogar.
La capacidad del depósito permitía que solamente dos agraciados pudieran ducharse con agua caliente. El resto con agua fría. Como benjamín de la familia no accedí nunca al beneficio del agua caliente. De ahí me viene la costumbreque cvonservo, de ducharme con agua fría. Una novia alemana, Helga,  me consolaba diciendo que el agua fría aprieta las carnes.
(También Helga me definía como cortito y macizo como un pisapapeles)

En ese inmenso pasillo mi hermano practicaba hockey sobre patines, se había afiliiado a un equipo de entonces que se denominaba Piratas. Los hermanos hacíamos ejercicios de suspensión aprovechando los montantes de las habitaciones

El cuarto de baño era solo de baño o sea un lavabo, un bidet y una bañera apoyada en unas garras de león. Sobre la bañera una ducha con una pequeña alcachofa. El retrete, palabra muy apropiada a su diseño, estaba en una habitación aparte. Lo llamábamos el trono, ya que estaba sobre un alto escalón y tenía  las paredes alicatadas con baldosines blancos. Había otro excusado, muy pequeño que por sus dimensiones casi nunca utilizamos, salvo para verter aguas de fregados y de limpiezas.

El piso no tenía calefacción y su carencia se suplía con una salmandra en el despacho de mi padre, y con braseros en el resto de las habitaciones.

Habíamos ido de forma provisional, pero estuvimos en esa casa treinta años.

En la planta baja pasaba consulta un doctor especialista en enfermedades nerviosas. La saga de eminentes profesionales médicos, e incluso literatos, ha llegado hasta nuestros días.

En otro piso vivía otro médico, propietario de un irascible foxterrier que intentaba morder a todos los convecinos. Este practicaba el noble arte de curar mediante la aplicación de ventosas para extraer los humores malignos. En ocasiones, desde la ventana de nuestro cuarto avistábamos su mesa de curas y observábamos los dolorosos espasmos de sus víctimas o pacientes, según se considere.




La alegre Buhardilla
Separata cultural Edicion conjunta con El noctambulo del 21 de Febreode 2.018 nº 13          Precio: 1 real


ESQUINA SUR: DE MÚSICA

Por Julia Blanc-sec


Para desengrasar un poco tras el comienzo de esta sección con un himno -a petición del señor director, al que ya digo que si quiere el “Asturias patria querida” lo va a tener que escribir él- hoy elijo “As Time GoesBy”, la canción de la película “Casablanca”, Oscar de 1944,  que nos devuelve a París:  pero no al París despiadado de los hipsters y los brokers de La Défense, sino a un París soñado (el de “siempre nos quedará París), deseado, imaginado, cantado hace 75 años desde un club de la ciudad marroquí donde –el cine todo lo puede- ocurrían milagros ( “De todos los cabarets del mundo tuvo que venir al mío”).
La canción “As Time GoesBy” no fue escrita para « Casablanca ». Herman Hupfeld la compuso varios años antes, en 1931 para la revista musical “Everybody’sWelcome”, pero no fue un éxito hasta que no la interpretó Dooley Wilson, el Sam de “tócala otra vez”, en la película. Es una canción cargada de nostalgia y melancolía que ha contribuido, y mucho,a la permanencia de “Casablanca” en el imaginario colectivo.
Por si alguien se anima, aquí va la traducción (mía) de la letra que escribió Brian Ferry (músico inglés de 72 años, fundador del grupo RoxyMusic con Andy MacKay, Phil Manzanera, Brian Eno y Paul Thompson,  que también ha tenido una fructífera carrera en solitario) para su álbum titulado justamente “As Time GoesBy” (El tiempo pasará), en el que interpreta standards de jazz:
Acuérdate de esto/ un beso es siempre un beso/ un suspiro sigue siendo un suspiro/Los valores fundamentales perduran/ Al paso del tiempo.
Y cuando dos amantes se gustan/ siguen diciendo « te quiero »/ Puedes estar seguro/Importa poco lo que reserve el futuro/ Al pasodel tiempo.
Claro de luna y canciones de amor/ nunca pasan de moda/ Corazones empapados de pasión/ Odio y celos/ Una mujer necesita un hombre/ Y el hombre debe tener su compañera/ Nadie pude decir lo contrario.
Es siempre la misma historia que vuelve/ Un combate por el amor y la gloria/ Una lucha por la supervivencia/ El mundo siempre acogerá bien a los amantes/ Al paso del tiempo”






EL BUEN VIVIR

CONDUMIOS

Por Luigi Paltino
Io torno del despacho del mio direttore.
Me dice que la mia tarea es escribir recetas y recomendar caldos.
Que me deje de disquisiciones de otro tipo.

Con  molta disposizione pongo en conocimiento de mis lectores la mia receta de “Emperador a la plancha”. La titulo para fardar:
Láminas de pez abismal, en adobo de hierbas naturales, encariñado sobre plancha férrica, con aderezo de especies tunecinas, sobre un lecho confitado de pimientos del piquillo.

En el mercado se presenta como “ Xiphiasgladius o Luvarusimperials”
Con este nombre tiene poco éxito y por eso vulgarmente se le conoce como Emperador, Pez Espada o en andaluz, pe´spá.

La Marquesa de Parabere, en su libro “La Cocina Completa”, Madrid 1944, Espasa Calpe, no lo contempla por considerarlo un bicho hortera.

Dificultad: Baja, o sea para ineptos culinarios
Ingredientes:
Para dos comensales, dos filetes de emperador
Para tres comensales, tres filetes de emperador
Para cuatro comensales, cuatro filetes de emperador
Para cinco comensales, no se les invita.

Finas hierbas y especies tunecinas, “talbil”, a discreción. Ajos picaditos. Sal, una pizca
Pimienta: una mariconada. Aceite de oliva: chorrito con perdón
Pimientos del piquillo, previamente horneados.

Preparación:
Es imprescindible que el pez esté muerto. En caso contrario, es difícil cortarle unos filetes.
Vivo se resbala y no se deja.

Se colocan los filetes en una fiambrera, previamente sazonados con hierbas provenzales, se salpimientan, se espolvorean los ajos picaditos.
En una paleta de pintor, adquirida en IKEA en el departamento de utillaje de cocina, se colocan las porciones de las especies y con un pincel humedecido, con mucho arte se pintan los filetes, en coloraciones adecuadas. Se riega levemente con el aceite.
Se introduce la fiambrera tapada en la nevera unas dos horas

A las dos horas, que empleamos tomando un vermut rosso, se extrae de la nevera y se espera a que tome la temperatura ambiente, lo que da tiempo para un segundo o tercer vermut.
Se colocan los filetes sobre una plancha férrica, previamente aceitada y con alta temperatura
Se deben cortar los bordes de la piel, para evitar enroscamientos.
Se retiran cuando estén hechos sin dejar que se pasen. Pinchar con un tenedor y si no sale agua hay que retirarlos inmediatamente.
Se emplatan los filetes sobre un lecho de pimientos del piquillo, horneados. Se dibujan arabescos de cilantro. Se entonan canciones marineras.

Acompañamiento: Vino Verdejo de Ribera del Duero o mejor un Albariño “Terras Gauda”
También admite un Majaflorida, tinto crianza, de Ribera cosecha del 12

Buen provecho 

El noctámbulo, nº 13                                   04 de Marzo de 2.018Página 5
Cumpliendo la reglamentación vigente, señalamos que el Propietario y Director de El noctámbulo y de  Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso, español.                                                                   proisa@digimedia.es





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