viernes, 16 de febrero de 2018

La Posada Literaria nº 1 / 12.02.18



La Posada Literaria
Separata de El noctambulo    12 de Febrero de 2.018                                            nº 1              Precio: 1 real


Poemas de Ausencias

I

Barquilla loca, desmayada en la deriva
inerte al soplo alisios.

Barquilla loca, tan manchada, tan salobre
su color vivo, se confunde con las algas
muertas.

Barquilla loca, tan fría y tan sola,
buscando doradas playas de quietud
sorteando ásperos arrecifes.

Te llamo desde la orilla. Mis pies
en el agua, mi alma en un grito,
mi corazón apuntándote, presto a dispararse.

Te llamo desde la orilla.
Me arropo en la soledad. Manto tibio
de tu ausencia. Como me duele tu bogar lejano.

Barquilla loca, tan loca de marear y navegar.
Descansa en la playa. Abate tu velamen.

Barquilla serena en mi regazo.


II
El aire revuelto,
la mar empinada,
como duele el sol
en los ojos del alma.

Calladas las horas
lentas y agónicas
siento como mi camino eterno
se estrecha y acaba.

Entre penas y esquinas
Mi corazón se debate.
El fiel amigo dulcemente
se para y acaba,
bajo el aire revuelto
entre la mar empinada.
  
III
Mi clamor es eterno, pues infinita es mi pena.
Si tú, no lo comprendiste así,
¿Por ventura, esperas que alguien lo comprenda?


IV
Gira la loca rueda del mundo.

Gira estrepitosamente conmoviendo
el reposo de los santos y de los astros.

Gira la vida a mí alrededor
en un carrusel magnifico,
del cual yo no tengo parte.

Atado al pesado lastre de mi soledad,
me hundo y me hundo,
más y más,
en cada giro del remolino que me circunda.


V
Que extraño sueño
Que pronto despertar a la realidad amarga
de esta mi fallida vida


VI
Dime de mi vida.
Dime lo que hiciste con este, mi pobre y tembloroso ánimo.
Dime en que rincones de tu alma guardas tu ternura.
Dime de tantas cosas calladas entre los dos.

Y tú no dices nada.
Hemos cerrado el libro.

En él, seco y marchito, un corazón que es el mío,
no escucha nada de lo tú puedas decir,
porque solo, triste y marchito,
muere de tanto silencio.



VII
Sombras adoradas, tus ojos velados
en oscuros y morados cercos,
no miran a mis ojos.

Serenos y quietos,
inmóviles y muertos,
me hacen gritar:
Levantaos y andad ¡


VIII
Con mis pobres manos extendidas,
como pobre ciego que soy,
tanteo la inmensa circunstancia
de mi alrededor.

Pido, por amor,
un poquito de lumbre para mi candil.

Tu llama y tu fuego pasaron junto a mí.
Extendí de nuevo mi candil y te pedí una limosna de luz.
- No puedo,
- dijiste,
- que mi dueño no me la deja dar.

Tu luz se fue.
Como maldije a tu dueño,
que me condenaba a un horizonte de cerrada noche.


IX
Virgen de amor te quise a mi lado.
Caricia primera fuera la de mi mano. Despertar tu primavera de corazón.

Sediento caminante, fuera yo el único que estuviera en el secreto de tu manantial escondido.
Cuando pensativa quedabas, creía que lo hacías en caricias lejanas,
Y tonto,
Y orgulloso,
las mías no te daba.
Ay de mis caricias fallidas!
Como quieren escaparse de mis dedos dormidos. Y en el vasto mundo buscarte.
Y tal vez entre caricias, besos y fuentes lejanas, encontrarte y te dejen callada, pensando, en mi
sed dolorosa de tu ausencia.

(Este conato de Poesías ha sido rescatado de un viejo cuaderno de hace 60 años escrito por Luis Díaz Garrido )

La Posada Literaria, nº 1  12.02.18
Cumpliendo la reglamentación vigente, señalamos que el Propietario y Director de El noctámbulo y de  Posada Literaria es el señor don Luis Díaz Garrido, mayor de edad en exceso, español                                                   proisa@digimedia.es


1 comentario:

  1. Si hace 60 años ya mostrabas ese ESTAR... y como los buenos vinos has mejorado en tu caminar... es un placer asistir a este nuevo despertar...

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